Opinión
El coronel de La Legión Enrique de Vivero avisa que España está cerca de ser una república y apunta a George Soros: «Nos vemos abocados al Caos»
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3 años agoon
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Redacción
Enrique de Vivero*.- Asistimos desde hace unos meses a los ataques a la Corona, en unos casos velados y en otros claramente, por parte de determinados partidos políticos. El problema no es que los partidos independentistas o filoterroristas ataquen la institución monárquica, lo verdaderamente extraño es que el Gobierno no haga una defensa de la institución en toda regla.
La persona del Rey es inviolable y no tiene responsabilidad. Según el artículo 56.2 de nuestra Constitución, todos sus actos han de ser refrendados por un ministro o en su caso por el presidente del Gobierno. El cometido que le asigna la constitución, en su artículo 56.1, es el de arbitrar y moderar el funcionamiento de las instituciones.
¿Qué quiere decir esto? Que cuando se ataca a la Corona, se está atacando a la Constitución y es en ese momento cuando el Gobierno debe actuar y poner coto a los desafueros que se están produciendo desde hace unos meses.
Tenemos que remontarnos al desastroso presidente Rodríguez Zapatero para ver los orígenes de estos movimientos, que se están transformando en temblores y que pueden acabar con un terremoto, en el caso de que el Gobierno no ponga coto a esta situación en la que la persona del Rey es objeto del pim pam pum, a ver quién le da más fuerte a su persona.
El incalificable presidente Zapatero fue el primero que dijo del Rey Juan Carlos: «Tenemos un Rey muy republicano». Esto lo dijo Zapatero el 14 de abril de 2005, en una entrevista que le hacían con motivo de la celebración del tristemente recordado día de La II República. En la misma entrevista dejaba otra perla que revelaba cómo piensa y cuáles son sus propósitos ocultos: «España tiene unos valores democráticos que nos hacen evocar que aquel proyecto que entonces no pudo ser, hoy sí lo es». Toda una declaración de intenciones de cómo quería que evolucionase la Monarquía.
La Monarquía es la forma de estado que nos dimos los españoles en el año 1978. Ya sé que muchas personas me pueden decir que ellos no pudieron votar por razón de edad o porque no habían nacido. La mayoría de los países civilizados no refrendan su constitución y su forma de estado cada 10 años; las modificaciones se producen en los países como Venezuela, Bolivia y otros de América del Sur y Centroamérica, donde sus gobernantes han modificado las constituciones a su antojo para perpetuarse en el poder.
Por otra parte, cada cuántos años habría que revisarse la Constitución y la forma de estado. ¿Cada 5, 10, 20 años? ¿Y por qué no la revisamos anualmente y hacemos un referéndum para determinar si Monarquía o República, ya que todos los años un nutrido grupo de hombres y mujeres accede a la mayoría de edad y reclaman su derecho a opinar sobre tan sensible materia?
La realidad es que nuestra forma de Estado, desde que el presidente Zapatero se despertó un día con la genial idea de poner en duda en duda la existencia de la Nación española, con su célebre frase pronunciada en 2004: «La Nación española es un concepto discutido y discutible». Esta frase, dicha por el presidente del Gobierno español, fue un torpedo en la línea de flotación de la estructura del Estado.
De aquellos barros estos lodos. El cambio que se produjo en la línea de pensamiento del PSOE, con la llegada de Pedro Sánchez, fue un cambio radical no solo con el ideario socialista existente hasta entonces, sino que vino a poner en duda la transición española aceptada hasta por Santiago Carrillo, del que, obvia aclararlo, no soy ningún admirador.
Los pactos de Pedro Sánchez con comunistas, independentistas, separatistas y aprovechados de turno como ese señor diputado de Teruel, han supuesto la mayor felonía de la historia de España, superando con creces al Rey Felón, Fernando VII. La obsesión de Pedro Sánchez por llegar a la Moncloa rayó en lo enfermizo. Todo vale con tal de alcanzar la Presidencia.
El hecho que marcó la línea a seguir fue el recibimiento en la Moncloa al magnate George Soros. Este húngaro de nacimiento es el que, con todo su poder empresarial y financiero, ha estado detrás de la celebración del fallido referéndum en Cataluña e instigando en todos los acontecimientos de Cataluña. Este multimillonario se mueve como pez en el agua en la teoría del Caos. Sobre George Soros no me voy a entretener. En el libro «Soros Rompiendo España», escrito por Juan de Castro y por Aurora Ferrer, se ofrece suficiente información sobre las oscuras motivaciones de este personaje.
Para conseguir el apoyo de ERC, Sánchez tuvo que aceptar la comisión bilateral Cataluña –España, con lo que se ponía al Gobierno catalán al nivel del Gobierno de España y quedaba por descontado que no iban a participar en las reuniones que tiene el Gobierno con la comunidades autónomas. Esta fue la cesión que marcó la debilidad de Pedro Sánchez.
Los acuerdos con Pablo Iglesias han sido públicos, entre ellos hacer desaparecer a la Iglesia Católica del ámbito de la enseñanza, retirarle la propiedad de sus bienes, comenzando por la Catedral-Mezquita de Córdoba, hacer desaparecer la familia tradicional e imponer por ley que existen otros tipos de familia, tantos como demanden los más radicales.
Las declaraciones de Pablo Iglesias en contra de la Constitución y de la Monarquía han sido habituales mientras estaba en la oposición, pero con la cesión de Sánchez al darle una Vicepresidencia, lo que hizo fue poner al zorro a guardar las gallinas.
Las declaraciones del podemita en el diario El País no tienen desperdicio. Analiza el papel de la Monarquía durante la Transición y en años posteriores, para concluir que su tiempo ya pasó y que dicha institución no es necesaria. En consecuencia, solicita modificar la figura del jefe del Estado para que se acceda “por elecciones y no por fecundación”. A continuación se pregunta: ¿sigue siendo útil la Monarquía para nuestra democracia?”. Él mismo se contesta diciendo que la Monarquía es una organización caduca y que el Rey Felipe VI se debilitó con los acontecimientos del 3 de octubre en Cataluña.
Podemos ha intentado crear una comisión para investigar las actividades de Don Juan Carlos I y para que compareciese Felipe VI en la misma. Lo importante no era poner en marcha la comisión, que se sabía que no iba a prosperar por no contar con el apoyo de PSOE, PP y VOX. Lo importante era cuestionar la Corona, en un momento en que los sondeos no le favorecen.
Juan Carlos I junto al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, mientras este último refrenda la ley orgánica de abdicación. Madrid, 18 de junio de 2014.La idea de Podemos es suprimir la actual Constitución, y cambiar la forma de Estado. Para este propósito cuenta con el apoyo de independentistas y separatistas, de los partidos vascos y catalanes sin distinción .El PSOE, o mejor dicho Sánchez, da dos pasos hacia adelante y un paso hacia atrás, con lo que le permite a su vicepresidente continuar con esta peligrosa deriva hacia la desestabilización del pilar básico de nuestro estado: la Monarquía.
Otra forma de cuestionar la forma de estado ha sido la carta que ha enviado Podemos al Rey Juan Carlos para que comparezca en el Congreso. En realidad no es una carta, son 67, una por cada diputado de Podemos, de esta forma el ruido mediático es mayor.
Esto es la aplicación de la teoría del Caos que maneja tan bien George Soros.
El 14 de abril, aniversario de la desastrosa II República, Pablo Iglesias, en tanto vicepresidente de Asuntos Sociales, debía haber centrado su atención en las residencias de mayores. Pues no. A lo que se dedicó fue a la exaltación republicana, pese al insoportable número de ancianos que estaban muriendo.
Iglesias dijo que los «mejores valores» para avanzar hacia el «futuro», en este momento de crisis por el coronavirus, son los republicanos, y tal vez por eso rindió homenaje «a todos los compatriotas que imaginaron un país, una República», donde «todos fueran iguales ante la ley» y «donde mandara el pueblo y no el poder económico». Esta fue la perla de su intervención.
Otro que colabora con esta teoría del Caos y para hacer temblar los cimientos del Estado de Derecho es nada menos que el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, actual novio, pareja o como quiera que le llamen, de Meritxel Batet, presidente del Congreso (no presidenta) y mano derecha de Pedro Sánchez. El ministro de Justicia, Notario mayor del Reino, el garante del cumplimiento de la Constitución, admitió en sede parlamentaria que estamos ante una crisis constituyente. Por si no había quedado claro insistió: «una crisis constituyente que se suma a un debate constituyente». Resulta que hemos entrado en período constituyente sin disolver las Cortes. Y esto lo dice el Notario Mayor del Reino.
El ministro Campo se pone a disposición de todo este entramado de confusión para crear incertidumbre sobre la Monarquía constitucional.
España ha entrado en crisis, pero no en crisis constituyente, como apunta el ministro de Justicia, sino por causa de unos partidos que están empeñados en desafiar toda la legalidad vigente y poner en duda la legitimidad de la Constitución del 78 y la Monarquía.
Otros que aprovechan esta confusión son los políticos vascos, ya sean nacionalistas o filoetarras. Estos que gracias a esa prerrogativa constitucional disfrutan de su propio régimen foral y de unas condiciones económicas en Vascongadas, que no son otra cosa que privilegios y un anacronismo en Europa, donde no existe ninguna región que goce de estos privilegios.
El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, ha defendido las críticas al Rey Felipe VI en la investidura de Sánchez. La TV vasca emitió el 20 de marzo un programa criticando al actual Rey. Incluso se habló de sus tendencias sexuales. ¿Cómo es posible que desde las televisiones públicas autonómicas se ataque al jefe del Estado?
Me resulta incomprensible que el Gobierno de España no haya hecho ni el más mínimo gesto en defensa del Rey, al que tiene la obligación constitucional de defender. El Rey no puede querellarse con las televisiones públicas, para eso está el Gobierno; el problema es que el Gobierno español hace dejación de sus funciones y habrá que pensar cuál es la razón. ¿Acaso es que no cree en el sistema actual, o quizás exista algún plan oculto para poner fin al actual régimen?
El PNV estuvo dispuesto a quitarle al Rey su inviolabilidad y se sirvió para ello del apoyo de EH Bildu y de los independentistas catalanes. La pretensión peneuvista fue rechazada con los votos de PP, VOX y PSOE. A los socialistas, en esta ocasión, le tocó dar un pasa atrás.
Asistimos estos días a la concesión del tercer grado a los políticos que se juzgaron con motivo del acto de proclamación de independencia en Cataluña. Aquí tenemos que hacer varias precisiones:Primera, ¿qué privilegios tiene Cataluña para que los presos de sus cárceles puedan tener tan benigno trato? En su día un Gobierno del PP les concedió esa competencia, como precio a pagar por el apoyo de los nacionalistas catalanes a la investidura de Aznar.
Segunda, ¿por qué el Tribunal Supremo no tomó las medidas legales que tenía a su alcance para limitar esa previsible puesta en libertad por la puerta de atrás?.Probablemente las presiones ejercidas sobre el juez Marchena y el resto del Tribunal fueron demasiado grandes.
Todas estas situaciones que se están dando en España tienen su origen en la obsesión de Pedro Sánchez por ser presidente del Gobierno. PP y C,s le ofrecieron un pacto de Estado para que no gobernase con el apoyo de los que quieren violentar nuestro ordenamiento constitucional, pero él prefirió echarse en manos de Podemos y los separatistas, porque se lo pedía el cuerpo.
La II República española dista mucho ser el régimen ideal que nos quieren vender desde el Gobierno social-comunista. Recordemos que la república entró en España de la mano de unas elecciones municipales, que no ganaron las izquierdas, que los políticos de derechas que debían haber apoyado al régimen en vigor hicieron dejación de sus funciones y además se contó con la debilidad de un Rey como Alfonso XIII, voluble, caprichoso e irresponsable.
Esta combinación de factores provocó la entrada de la anhelada República, cuyos gobiernos populistas, cuando no fueron sectarios, fueron golpistas, como el golpe promovido en 1934, contra un Gobierno de derechas. Cómo sería la II República que prohombres como Marañón, Ortega y Gasset, Ayala y hasta el mismísimo Azaña criticaran con dureza que esa no era la República que ellos querían.
La Transición, con la aprobación de La Constitución del 78, supuso un punto y aparte en la política española, tan acostumbrada al sectarismo. Ahora por capricho o debilidad de nuestros gobernantes, nos vemos abocados a esta situación del Caos que ni George Soros se habría imaginado ni en sus mejores sueños.
Opinión
Momento decisivo para Yolanda Díaz. Por Jesús Salamanca Alonso
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18 horas agoon
02/06/2023
«Las presiones de Pablo Iglesias al Movimiento Sumar para que su barragana vaya de número dos por Madrid, no va a condicionar a Yolanda en su proyecto. A Murcia o nada»
Ya le gustaría a Yolanda Díaz tener un currículum como el de Yanis Varoufakis: economista, catedrático universitario, político, escritor y autor de varios libros de economía y política, además de líder del nuevo partido MeRA25. Toda una joya de la economía teórica y que llevados a la práctica sus conocimientos en Grecia condujeron al fracaso, al caos y finalmente a su dimisión del Gobierno de Alexis Tsipras, tras haber sido elegido consejero del Consejo de los Helenos.
El párrafo anterior es un dato a tener en cuenta para quienes no están familiarizados con el mundo de la política extranjera, ni de los personajes que han intentado enderezarla en Grecia, aunque hayan fracasado, caso de Yanis. Nada que ver esa trayectoria de formación y titulaciones del catedrático griego con la falsificación de estudios de Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno de extrema izquierda e izquierda extrema, conocido como socialcomunismo. Cuando accedió al Congreso de los Diputados, doña Yoli no dudó en presentar un currículum con numerosas falsificaciones de estudios que no había realizado y que, en dos casos, ni siquiera existían en las universidades españolas. Todavía pueden verlo en internet.
Ha llegado la hora decisiva de la vicepresidenta y ministra, veremos si su programa del Movimiento Sumar no trae atajos, falsedades, errores de bulto y trampas al más puro estilo comunista. Nuestra vicepresidenta se va a enfrentar a sus primeras elecciones generales como candidata y lo hace con un proyecto político sin rematar; el adelanto electoral le ha roto el calendario previsto tanto para el programa como para saber qué formaciones aglutinará el Movimiento Sumar. Veremos si, por primera vez, eso de sumar no acaba restando. Sin duda, al PSOE puede mermarle brutalmente los votos, incluso de su propia red clientelar alimentada en forma de chiringuitos y regando dinero público, que sería mucho más provechoso para los colectivos más vulnerables y para la investigación científica en su más amplio sentido.
El problema mayor que observo, entre los varios que saldrán estos días, es que afronta su primer proyecto de coalición con excesivos partidos o formaciones asalvajadas y con tintes antidemocráticos. A ello se une la radicalidad y el caos que suele acompañar a los pequeños partidos de la siniestra política española. «Espero que se estrellen antes de que sea una realidad ese nido de grillos, que solo buscan aposentar sus posaderas en alguna institución que les garantice un sueldo que, en la mayoría de los casos, no tuvieron hasta que descubrieron la política como activistas. Jamás habían trabajado, ni contribuido a las arcas del Estado», en palabras de Pedro Sánchez, prevaricador presidente del Gobierno socialcomunista.
Yolanda Díaz será líder de cartel y, a partir de ahí, no faltarán problemas de encaje en las listas, egoísmos descontrolados y afán de figurar. Bien es verdad que, si quieren fracasar cuanto antes, no hay mejor encaje que poner en las listas a Irene Montero, persona que genera un claro rechazo, desprecio e insultos por naturaleza tras su abandono a miles mujeres y menores, junto con la rebaja de penas a agresores sexuales y violadores, además de su machismo descontrolado, su hipocresía homofóbica y su carácter neurótico. Otra que haría perder votos a chorro sería Alejandra Jacinto, ridícula y degenerada exparlamentaria de la Asamblea de Madrid, cuyo monotema de Tomás Díaz acabó por asquear hasta a los disidentes de Hundidas Podemos y que ahora se verá en los tribunales, ya perdida su inmunidad parlamentaria, por calumnias y mentiras conscientes, dado que Tomás e Isabel fueron exculpados por la fiscalía española, la europea y los tribunales españoles.
Las bases del movimiento Sumar no ponen problemas a las formaciones que pretenden coserse dentro, con excepción de Hundidas Podemos. Pretenden desechar a quienes harán perder votos y confianza en sus listas. Belarra va a ir a Navarra para no hacer más daño en Madrid; de Irene Montero no quieren ni oír hablar, no la quieren en las listas: es una rémora, gafe, xenófoba, engreída, hipócrita y falsa para sus compañeros, además de acomplejada que usa mecanismos de compensación. Yolanda solo le ofrece ir cabeza de lista por Murcia o abandonar; Rodríguez PAM irá en las listas de Pontevedra o nada; Verstrynge, Echenique y demás «ganado» comunista, no lo quieren en el Movimiento Sumar. Sin duda es un buen filtro el que está haciendo Díaz, y lo está haciendo a tiempo, según me contaba esta misma mañana un fijo en las listas y cuya identidad no revelaremos para no dañarlo políticamente.
Los plazos mandan. El reto está ahí. Tan solo los problemas con Belarra se han apaciguado porque la navarra se ha humillado ante Yolanda Díaz, por ella y por su barragán. Ni oficio, ni beneficio, pero hay que vivir del erario público como sea. Esa estupidez que llaman Agenda 2030, y que exigía primarias abiertas a Yolanda, se ha callado como un muerto. No se atreve a abrir la boca. Peligra en exceso su sueldo, su poltrona y sus prebendas. Tan solo el momento de cerrar el proyecto político, concluir las listas y acordar el lugar y orden de los candidatos culminará el reto del que hablamos.
El PSOE podría no llegar a los 85 diputados. Dos encuestas dan una horquilla de 28-31 diputados al Movimiento Sumar, si llega a fraguar. Con resultados así pintarían bastos en la extrema izquierda y en la izquierda extrema, con lo que serían irreconciliables. A día de hoy, esa izquierda insultadora y vengativa con alta carga de odio se queda muy lejos de la derecha en intención de voto. A Sánchez le va a saltar otro asunto de prostitutas y diputados en plena campaña electoral y compra de votos que se ocultaron para sacarlos en otro momento. Lo que faltaba: Villén reconoció al juez que sí iban a prostíbulos en Andalucía, pero él solo fue diez veces. ¡Éramos pocos…! Y Tito Berni haciendo campaña para el okupa, Sánchez.
El hecho de que la izquierda –en su versión extrema, sectaria y reaccionaria– no toque poder ya es una ventaja para poner orden y soluciones en el país, además de eliminar toda legislación ideológica, sectaria y mugrienta que ha parido la siniestra en estos cuatro últimos años. Habrá que empezar por rescatar la malversación y la sedición para volver a plasmarlas en el Código Penal. Marruecos ya prepara y fleta cientos de pateras para hundir los proyectos de Pedro Sánchez, salvo que éste pague los compromisos contraídos tras la exposición del «Pegasus».
Las presiones de Pablo Iglesias al Movimiento Sumar para que su barragana vaya de número dos por Madrid, no van a condicionar a Yolanda en su proyecto que, dicho sea de paso, no quiere en él a la que vuelve a casa «sola y borracha».
Irene Montero ni a Murcia puede ir de cabeza de lista porque los murcianos contestan sin remilgos con eso de que «Irene Montero al estercolero», remedando lo que ella dijo en su día de Felipe VI: «¡Los Borbones a los tiburones!». Las cañas se han vuelto lanzas.

Los comicios del domingo pasado han traído a la escena nacional un revés que el partido que detenta ostentosamente el poder y sus socios y amiguitos de sinvergonzonerías claramente no esperaban.
Para empezar, el mapa político se ha teñido de azul, que viene a traducirse en una aplastante victoria del Partido Popular, ése que salió del poder por una moción de censura del Psoe y adláteres por la corrupción que había entre sus filas, de la que precisamente se cumplen ahora cinco años.
En cinco años el Psoe y todo aquel que ha querido compartir letrina política con él ha protagonizado todo tipo de escándalos, corrupción, mentiras, calumnias, insultos y ataques físicos contra los adversarios políticos…En fin, que han dejado el país hecho un guiñapo en todos los sentidos. Cualquier país tercermundista a nuestro lado es el Edén.
Lo primero que hay que tener muy claro es que no se hubiera llegado a esta situacióin de haber hecho Mariano “Cobardiano” Rajoy lo que tenía que hacer, que era dimitir y que Soraya Sáenz de Santamaría ocupara su puesto y convocara elecciones anticipadas. Pero no, el excelso registrador de la propiedad, que desde luego de ejemplar presidente tuvo poco, no cedió porque él no había hecho nada malo. Y de esos polvos vinieron estos lodos, donde estamos todos metidos hasta las orejas.
Durante este tiempo hemos disfrutado hasta la náusea de todo lo peor que se podía imaginar, y no es cuestión de recordarlo dado que está muy cercano en el tiempo y no hay día que no salte otro escándalo.
Claramente estas elecciones se debían leer en clave nacional. España ha venido a decir algo así como “basta ya a la corrupción de los que encima no saben ni gestionar ni su propia casa”. No olvidemos a esa dirigente política que recibe el bono térmico porque no sabe el dinero que entra en su hogar. Y ahora que lo pienso, no sólo no dimitió, como había exigido a otro del PP, sino que sólo pidió disculpas, como si eso fuera el colmo de la honradez personal y política. En román paladino, “no dimito porque no quiero pero debo pedir la dimisión del otro porque para eso vivo del erario público y está en mis funciones”.
Y en clave nacional España no quiere malos gestores, ahítos de coca, putas y mariscos (con el dinero del pueblo, queridos niños), que tienen como socios a los bildutarras y a los independentistas catalanes y vascos que chantajean a diario al Ejecutivo y que ahora dicen sentirse usados por Pedro “Antonio” Sánchez. No se puede ser más despreciable que un independentista vasco o catalán (al menos hasta el momento, claro).
España también ha dejado claro que Vox no es ese monstruo asesino y sediento de sangre que la izquierda pretende pintar y al que apedrea siempre que puede. Ha logrado 1148 concejales más que 2019, lo que indica claramente que a España no se la amilana con calumnias ni injurias. La táctica izquierdista en general de intentar degradar y deshumanizar al oponente, cual buhonero de baja estofa, no funciona.
Ahora, ante unas generales en julio, mi pregunta es: siguiendo al ínclito Largo Caballero ¿piensan que “hay que apoderarse del poder político, pero la revolución se hace violentamente: luchando y no con discursos”?.
Miedo me da y no creo ser la única de lo que pueda pasar de aquí al 23 de Julio. Antonio ya ha demostrado no dar puntada sin hilo. Parafraseando a Infovlogger, ante la duda no cogeré transportes públicos.
“Alea iacta est”
Opinión
Matonismo antidemocrático de Unidas Podemos. Por Jesús Salamanca Alonso
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3 días agoon
31/05/2023
Cuentan que, el día que comenzó la campaña electoral pasada, Miguel Ángel Rodríguez (M.A.R.) animó a Isabel Díaz Ayuso con el grito de: «¡Arriba Isabel y a vencer, que en España empieza a amanecer!»
La campaña ha terminado. No tiene sentido que Belarra y la tal Jacinto sigan agarradas al trampantojo de Tomás Díaz como si fuera su banderín de enganche. Es el momento de acudir a los tribunales y poner en su sitio a «la niña de la curva», en palabras de Motos, y a la defenestrada de la Asamblea madrileña, Alejandra Jacinto. Una broma es una broma, pero clavar la purridera pentadiente al burdégano, no lo es. ¡Ya está bien de matonismo comunista! Prueba de que la política que practican en Unidas Podemos no es acertada, se pone de manifiesto en que la ciudadanía rechaza esas formas inútiles y «guerracivilistas». ¿Resultado? Las representantes del cutre machismo de la formación comunista han quedado fuera de la Asamblea madrileña y de la Corporación municipal.
Toda la befa y ludibrio que Belarra ha puesto en el cartelón de Tomas debió aplicárselo cuando no dudó en derrochar dinero público en poner plantas inútiles en su despacho y gastar en lujos lo que mejor hubieran gastado colectivos más necesitados. Pero ya se sabe que la siniestra comunista mira para ella y nunca para la ciudadanía. Llegaron con pantalón vaquero y han acabado imitando a Chanel, a pesar de que la seda y la mona no encajan, ni cuadran, ni visten. Ahora, expulsados de las instituciones, tendrán que buscar «curro». El Movimiento Sumar no los quiere cerca, ni en sus listas.
Veremos cómo encajan en el Movimiento Sumar, porque en las listas no quieren a la tropa de Irene Montero, Belarra, Verstrynge o Echenique. Yolanda Diaz entiende que son una rémora y recogerán el desprecio de organizaciones, formaciones y ciudadanos en general, incluso recibirán bloqueos durante la campaña y boicot a cada paso. El escrache era su estilo y ahora lo van a probar.
No podemos decir que esa es la gente que nos gobierna, pero sí que es la gente que ha estado inútilmente en el Gobierno. Entre el afán se asentarse Belarra en un despacho-selva; Irene Montero vestir de Chanel con la banda de la tarta y estrenar Falcon para perder el tiempo; Echenique defraudar a la Seguridad Social una y otra vez o huir despavorido de Espinosa de los Monteros y Verstrynge cantar eso de «¡Mañana España será republicana!», sin tono, ni acompasamiento, y mucho menos convencimiento, la fuerza se les ha ido por la boca y por los insultos. El matonismo y la inutilidad de su propia indigencia intelectual.
El casoplón lo dejamos para otro día, bien sea por la deuda contraída o por el afán de grupos okupas por allanarlo. Algo parecido habrá que hacer con el chalet de Cercedilla de la comunista baratera, Mónica García; otro casoplón que, mientras no entregue las llaves al ayuntamiento, no se puede hacer uso del terreno dotacional; debe ser que es más importante mantener ese casoplón ilegal que hacer el hospital proyectado desde hace año. Pero son comunistas y, como malos comunistas, prima lo particular, jamás lo colectivo. Es como el chiste del comunista y las dos vacas en propiedad.
La huida de Iglesias le ha convertido en Vallecas en un desprecio y en un mentiroso con traje-albarda durante su vicepresidencia, para escarnio y mofa de sus antiguos amigos y de su alumnado que ha puesto los pies en polvorosa. ¡Caramba con el cambio repentino de opinión! Vuelvo a acordarme de Yolanda «Varoufakis» cuando pienso en Garzón, ese ministro vago, irresponsable y huidizo con afán de hacerse notar a toda costa, pero más ridículo que un patinete con luces antiniebla. De chuletón en chuletón y tiro porque me toca; los demás pueden comer alfalfa, gusaneo o vacas tudancas desechables. Lo de crear polémica para destacar ha sido su traje habitual, pero también ha sido quien ha ocupado el turno tonto del Consejo de ministros.
Yolanda Díaz llegó al Gobierno de Sánchez por nombramiento de Pablo Iglesias, a quien le debe todo, aunque ahora le traicione, como ha hecho siempre con quienes le han dado la espuela para subir. Y de eso sabe mucho Alberto Núñez Feijóo, como buen gallego que ha seguido la trayectoria política de la «sumatoria». ¿Apostamos a que Sumar no suma y sí Resta? Va dejando tirados a cuantos confían en ella, pero está ciega de egoísmo. Tanto dar largas a su Sumar, ha llegado el momento de su Movimiento y, con la confluencia de mareas, grupos, grupitos, grupúsculos, gallinas, conejos y patitos van a crear un caos propio de una república. Sépase que, en mi diccionario particular, como en el de la RAE hasta hace unos años, la acepción «república» es sinónima de caos, desorganización, desconcierto y desorientación.
Con el mencionado conglomerado de desnortados comunistas de agrio catálogo agrietado, no han dudado en levantar la lona contra el hermano de Ayuso con las falsedades que el ruin y traidor, Pablo Casado, lanzó en COPE para salvar su pellejo, pero le salió rana y la presidenta le puso firme y en primer tiempo de saludo. Pensaba que iba a ser un camino de rosas, pero su andadura breve se convirtió en espinosa. Ione Belarra y Alejandra Jacinto se han mojado, por eso ahora tendrán que asumir responsabilidades sobre calumnias, a sabiendas de que los tribunales habían eximido a Tomás y a su hermana de todo tipo de responsabilidad. Los podemitas acabarán por destrozar el Movimiento de Yolanda Díaz. Todos reniegan de aglutinar tanta porquería política en sus filas.
Para quien no lo sepa, a Belarra se le ha olvidado pedir el dinero de los ERE de sus socios de Gobierno para devolverlo. Y de paso, que acuda a Villén y a la FAFFE a ver cuánto dinero falta y cuánto se han gastado en coca, orgías, prostitutas y lupanares más la compra de votos de los últimos días y de los meses en que venía fraguándose el tema. Hay varias poblaciones cuya compra de votos y otras fechorías se guardan para la campaña de las generales y para acabar de destrozar el «sanchismo».
La hostilidad contra Díaz Ayuso no es casual. Pedro Sánchez incentivó a los podemitas para destrozar a la presidenta y a su hermano, pero se atravesó en el camino el fiscal general del Estado y la fiscal de la UE, que representaba a España. Todo el gozo de Sánchez en un pozo. La maldad de Sánchez, que es mucha y muy retorcida, fue pedir a todos los «frankenstein» que le ayudaran a destrozar a Isabel Díaz Ayuso ¿Qué carajos pinta ahí el cartelón de Tomás y para qué? Pues para hacer daño a Isabel, nada más. El machismo de Sánchez no soporta que una mujer le doble el brazo y encima le mande a casa con el rabo entre las piernas.
Esa lona es una borregada. La envidia y el odio atenazan a ‘Hundidas’ Podemos y en particular a la «rana» Belarra. Como haya algún ataque a Tomás apuntaremos con el dedo a Sánchez y si parten la cara a Sánchez, lo tendrá muy merecido y lo aplaudiremos. Con Belarra haremos lo mismo. Veremos cómo responde ésta cuando escrachen su domicilio, que no se va a librar, o a ella por la calle o a su familia. Donde las dan las toman. Quien siembra vientos recoge empestades. Quien a hierro mata a hierro muere. Talión no era tonto y sabía aplicar aquello de «do ut des», pero a lo bestia.
¿Y la lona de Mónica García por plantar su chalet ilegal en terreno dotacional, impidiendo la construcción del hospital de Cerdedilla? Bien, pues le ha faltado tiempo para insultar al periodista y llamarlo «sinvergüenza» por recordárselo y preguntarlo en público. ¿Acaso la sinvergüenza y fraudulenta no es ella? Recuerden que, si no actúa la Intervención de la Asamblea de Madrid, esa tiparraca se queda con trece mil euros del ala. Y decía que no sabía que se lo habían ingresado. Pues como el boicot al Zendal.
Por eso, el día que comenzó la campaña electoral pasada, Miguel Ángel Rodríguez (M.A.R.) recibió a Isabel Díaz Ayuso con el aliento de: «¡Arriba Isabel y a vencer, que en España empieza a amanecer!»
Opinión
Experta en insultos, provocaciones y chulería. Por Jesús Salamanca Alonso
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3 días agoon
31/05/2023
«La cobardía de la ministra contrasta con su «pronto» desvergonzado. No solo no ha pedido perdón a los transportistas, sino que ha negado los insultos que todos tenemos grabados».
Si por algo se ha caracterizado Raquel Sánchez Jiménez, ministra de Transportes, Agenda Urbana y Movilidad, ha sido por su incoherencia nada resolutiva como alcaldesa de Gavá, su facilidad para insultar al oponente y su simplicidad para llamar «fascista» a quienes no se pliegan a sus deseos. Tal torpeza le ha acarreado problemas en el PSC y se los acarrea ahora como ministra, muy incompetente, visto lo visto, pero ministra. Se dice de esta ministra que, si los incompetentes volaran, no nos daría el sol.
Sorprende que el sensato, Salvador Illa, sea su principal aval, un hombre nada dado a las estridencias, aunque, por motivos de su anterior cargo, esté en las puertas de la Fiscalía Anticorrupción y porque se perdió dinero de encargos pagados y que nunca se recibieron. Tremendo error del presidente al fijarse en ella para sustituir a José Luis Ábalos al frente de un ministerio clave o, si se prefiere, de los considerados «de Estado».
Por cada millón de euros –que gestionó en la alcaldía de Gavá– ha pasado a gestionar 275,8M. Hablamos de 16.000M largos. Todo un reino para quien la gestión no es lo suyo, pero sí un aliciente lo de dirigirse a los transportistas como «fascistas», «ultraderechistas» y «mafia organizada». Sin duda, es «incorregible», al decir de sensatos periodistas catalanes, sobre todo por su sobrada chulería. «No somos héroes ni fascistas, solo transportistas», gritaban los manifestantes. La mediocre ministra ya ha demostrado que es portadora de una pesada carga de odio, venganza en toneladas, rencores al peso y porquería incalculable. Puede estar a un cuarto de hora de estar en los tribunales si Pedro Sánchez no prescinde de ella cuanto antes.
Como ministra ha ninguneado a la patronal de transportistas. Ha exigido «contundencia» a la Policía contra los transportistas; dice que, si fuera por ella, no tardaría en dar orden de fusilamiento contra los transportistas. ¡Dimisión ya, dada su degeneración y odio acumulado! Debió pensar que se enfrentaba a animales y no a personas. Como política de raza está a falta de varios hervores. Sus complejos y su inseguridad le llevan a exagerarlo todo, hasta nos hace pensar que de niña pudo ser diana de malos tratos y desprecio. Carece de perspectiva real, sin darse cuenta de que las groserías amenazantes son propias de piquetes aleccionados por el sindicalismo sectario y clasista de la izquierda, mal llamada obrera. Los manifestantes solo son ciudadanos que reivindican poder trabajar.
El comportamiento de los transportistas ha sido ejemplar en todos los sentidos, igual que lo ha sido el de las manifestaciones de agricultores, ganaderos, cazadores y demás sectores. Tan fachas y embrutecidos que «no han pisado ni una sola flor de los jardines de Madrid», en palabras de Díaz Ayuso. Por cierto, con tres mujeres como Díaz Ayuso, el presidente Sánchez podría prescindir tranquilamente de todas sus mediocres ministras y ajadas vicepresidentas con carga de indigencia intelectual. ¿O no es así? Ya dice el refrán que «caga más un buey que cientos de golondrinos».
Apenas transcurridos unos meses desde su nombramiento, sus compañeros de partido han exigido al presidente que la destituya, dada «la ineficacia demostrada». La situación con los transportistas la enquistó ella con su borrachera de insultos y desprecio al ciudadano. Con Raquel Sánchez no hay perspectivas de solución a corto plazo. Dudo que Sánchez eche la culpa a la guerra de Ucrania, cuando a la «guerrera» la tiene en casa. No debería quedarle más de dos telediarios con la manifestación de transportistas que se avecina en vísperas de las elecciones generales del 23J. ¿Se la carga del Consejo de ministros con carácter de urgencia o acabará perseguida a gorrazos y pescozones. Doy fe.
La Plataforma de Defensa del Transporte no se lo pondrá fácil. De nada servirá lo negociado porque no alcanza a toda la ciudadanía. Ahora son otros sectores los que se sumarán a las manifestaciones. Si no hay soluciones claras y rápidas, con pronto cobro, no habrá paz. Sin cese de la ministra, no habrá negociaciones.
Raquel no quiere volver a reunirse con los transportistas. Sigue en el burro: «los huelguistas son de ultraderecha», insiste, aunque Nadia Calviño niegue lo innegable y constatado en imágenes. Con la ministra en el Ejecutivo no se van a desactivar las huelgas que ya se programan de aquí al 23 de julio. Para seguir avanzando es condición de los transportistas que sea cesada «ipso facto». El último escándalo de su ministerio fue que los trenes no cabían por los túneles, siendo de mofa y escarnio, hasta el punto de decir se de ella que «no sabe utilizar el metro y mide la anchura de los túneles con hojas de El País, gorras, sombreros, carpetas y dedos»; o sea, un túnel mal medido lo fijaron en «25 gorras, diez periódicos y siete dedos» ¿Entienden ahora por qué no cabían los vagones por el túnel? Explíquenselo a Miguel Revilla, por Dios.
La cobardía de la ministra contrasta con su «pronto» desvergonzado. No solo no ha pedido perdón a los transportistas, sino que ha negado los insultos que todos tenemos grabados. Le faltó tiempo para salir con eso de que «ha sido malinterpretada». En su ministerio, sobre todo entre las mujeres, le achacan tener la cara «como el cemento armado» y la boca «con necesidad imperiosa de agua fuerte o alcohol de 96 grados».
En el PSOE cargan responsabilidades sobre más «chicas». No se libran Nadia Calviño, ni Isabel Rodríguez, ni María Jesús Montero. Se han lucido con sus insultos de verduleras y viejos carreteros. Asociar a los huelguistas con la ultraderecha solo es propio de gente inmadura que no se mira a diario en su propio espejo, de ahí que exista una amplia satisfacción en el país por los resultados cosechados por el PSOE el 28M: «No merecen el pan que comen y los podemitas tampoco», nos comentaba un ilustre socialista castellano de la vieja guardia.
Algunas ministras callan por orden de Pedro Sánchez. Habrá que recordárselo en campaña electoral. Son tantos los insultos de la ministra, Raquel Sánchez, contra los transportistas, que nos recuerda a la verdulera y bocazas Adriana Lastra, a quien ahora quieren poner de número uno en Asturias para incendiar la podrida cosecha de Pedro Sánchez. En el PSOE español cuecen habas, pintan bastos y se proporciona prostitutas por catálogo. Tampoco faltan visitas reiteradas a los prostíbulos andaluces y madrileños y se paga con dinero público; ahí está el mal ejemplo de la FAFFE andaluza y de Villén, que solo lo hizo «diez veces», según ha declarado al juez.
Entre tanta «muñeca» gruñona, insultadora e inútil expectorante ha descollado la elegancia y cortesía de la ministra y vicepresidenta segunda, la comunista Yolanda Díaz, y de la ministra de Educación, Isabel Alegría. Pero, con el tiempo se han radicalizado y entrado en el redil de energúmenas del «doctor cum fraude».
Estas dos últimas podían haber hecho escuela. Las otras, las indigentes insultadoras, deberán seguir en la del maestro Ciruela, que no sabía leer y puso escuela.
Economía

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