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El CIS dice la verdad

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Jorge Vilches.

«Retenga en su mente por un momento la imagen: Sánchez sale en Ferraz en diciembre de 2023 anunciando que ha ganado las elecciones»

Imagínelo por un segundo. Piense que Tezanos no fantasea, que no es la obediente voz de su amo, y que los españoles engordan a Frankenstein en las urnas. Retenga en su mente por un momento la imagen: Sánchez sale en Ferraz en diciembre de 2023 anunciando que ha ganado las elecciones. Los feligreses sanchistas, apostados desde horas antes en la calle, corean que quieren un gobierno de coalición con Podemos -o lo que surja-, Rufián y Otegi. 

En las sedes de ERC y Bildu se descorcha cualquier botella, aunque esta vez no será para hacer un cóctel molotov. Ha ganado Sánchez, su candidato. Es el momento de avanzar en la ruptura del orden constitucional como paso previo a la independencia de los territorios. Sus regiones son naciones, y toda nación tiene el derecho a decidir. Otegi toma la delantera y sale en público acompañado del habitual coro de la herriko taberna. Ropa de Alcampo, barbas descuidadas y flequillos a media frente. «Vamos a aprovechar la ocasión. Se lo debemos a los compañeros que lucharon contra el franquismo hasta 1983», dice el viejo dirigente de ETA ante las cámaras de RTVE. 

Rufián apura el vaso de plástico, consigue abotonarse la americana y sale en rueda de prensa. «Este Gobierno depende de nosotros, y se hará lo que digamos», piensa en voz alta el independentista. Lo hace sin rubor porque es consciente de que tiene bula para el insulto y la arrogancia. Es más; sabe que Sánchez no se atreverá a discutir en público nada de lo que diga. Mientras Rufián habla, gente con banderas indepes llenan las calles del centro de Barcelona. Se abrazan y dan vivas. Al grito de «¡Ahora solo son desórdenes públicos y no golpe de Estado!» hay algún conato de tomar alguna institución, pero lo procrastinan por pereza.

En Madrid, Podemos, o el branding que se les ocurra cuando se junten o no con Yolanda Díaz, ha montado una carpa en el centro. Se oye música para el empoderamiento femenino. No faltan los sones indígenas, la batucada y las niñas del coro de Ángela Rodríguez Pam, que han montado un grupo de pop suave. Tras la pelea entre Belarra, Montero y Díaz para decidir quién habla, vence la ministra de Igualdad. «Si esta no es la victoria de las mujeres, no es de nadie», dice la vecina de Galapagar. «¿Qué es una mujer, ministra?», susurra vengativa Díaz. Irene sale cabreada al escenario, como siempre, dispuesta a meterse con la otra parte de España. «No lo han conseguido. No pasarán. Vamos a seguir», amenaza con el puñito en alto. 

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«El PP de Feijóo ha perdido aunque ha subido un 8% su voto. A duras penas llega a los 105 diputados»

En otro punto de la ciudad, en la calle Génova, todo es sombrío en esa noche electoral. El PP de Feijóo ha perdido aunque ha subido un 8% su voto. A duras penas llega a los 105 diputados. El despacho del presidente empieza a vaciarse, y los afiliados populares vuelven a sus casas con la bandera al hombro. Comienzan a oírse voces para cesar a Feijóo y sustituirlo por alguien que haya triunfado en las autonómicas de mayo de 2023. «El partido necesita un revulsivo», dice uno en plan futbolístico. «España lo demanda», apunta otro. «¡Sangre nueva!», afirma alguien como si fuera una carrera de caballos. «En Alemania harían una gran coalición», apunta esperanzado el que todavía no ha pagado la hipoteca. «Tendríamos que haber sido más duros, y no tragar con la ideología de género, el rollo ecologista y demás mierda», suelta otro a quien su compañero le recuerda que Vox no ha tenido mejor suerte.

Porque el partido de Santiago Abascal ha perdido cinco puntos, y con eso llega a los 30 escaños. Ese número no da ni para sumar con la derecha «cobarde». Cuántos jarros de agua fría, y cuánta gente hay que echar. Sí, sobre todo a esa que se acercó al calor del cargo y el sueldo, a esos patriotas de última hora que se apuntaron con el lema de «#SoloquedaVox». Ya pasó en Ciudadanos y fue muy triste. «España no ha entendido nada», dice un antiguo falangista. Otro habla de la manipulación de la prensa, que «siempre intoxica». «Ya os dije que lo de Tamames era una gilipollez», suelta un oportuno. Abascal toma unos papeles y se prepara para dar la cara. «¿Quién sale con Santi?», pregunta un asesor. 

En el fragor de la noche aparece Sánchez. Oh, es él. El vencedor. En verdad no nos merecemos a su augusta persona. Cree que en su mano está todo el poder. Pasará a la historia. Justo lo que él quería. Que le den a la Unión Europea y a la ONU. Ya no necesita un cargo internacional en enero de 2024. Puede seguir en Moncloa. El Falcon calienta motores. Sube las manos como el Papa y consigue que el público congregado en Ferraz guarde silencio. Todavía se oye algún grito contra el PP y Vox. Están ebrios de victoria. Ningún escándalo de corrupción ha podido con ellos. Ni los ERE de Andalucía ni Tito Berni, o la ley del sólo sí es sí. Tampoco ha erosionado al partido su cesión a los nacionalistas. Ni la negligencia durante la pandemia, que se llevó a 150.000 personas. Ni la voracidad impositiva, la inflación y la carestía de la vida. Menos aún el deterioro de la democracia liberal. «¿De qué sirve el sistema democrático cuando gobernamos nosotros? Pues eso», piensan. 

Sánchez está feliz. Por fin tiene un baño de masas. Nadie dice ahora «Que te vote Txapote». Su Sanchidad se retrasa un poco para tomar la palabra. Le acompaña Begoña. No hace falta nadie más. El rey y la reina. Anuncia allí mismo que va a gobernar con el apoyo de los grupos «progresistas». España es suya. Su Estado, también. Gobernará por decreto, como siempre, hasta 2027. Ya lo dijo Tezanos. 

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“La exhibición del psicópata gobernante”. Por Alvise Pérez

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Opinión de Alvise Pérez:

Pedro Sánchez no monta el show por la denuncia a Begoña Gómez; un mitómano narcisista como él dejaría antes a su mujer que a la Presidencia del Gobierno de España que tanto le blinda judicialmente.

Sería fácil decir que todo ha sido por el Caso Koldo que nosotros mismos iniciamos y en donde yo mismo estoy personado como denunciante y víctima de dicha trama (gracias a ello sabemos los paraísos fiscales de Ábalos, las relaciones más que personales de Javier Hidalgo con Begoña Gómez, y todas las comisiones cobradas) pero como aquí se trata de encontrar la verdad, hemos advertido qué más ha coincidido con esta sorpresiva denuncia, y vemos un detalle importante: Hace menos de 24 horas la Audiencia Nacional reabrió el caso Pegasus sobre el espionaje a Sánchez.

¿Por qué la Audiencia Nacional ha reabierto el caso? Porque la DGSE francesa remitió este mismo mes al CNI ‘información de interés’ que la inteligencia española ha analizado y entregado al Juez.

Qué han logrado aportar los franceses es todavía un misterio: ¿Un trío en la sauna gay del suegro? ¿Las maletas de Delcy? ¿La trama de comisiones en mascarillas? ¿Datos del asesinato de cientos de personas en un interurbano de Madrid hace 10 años? No lo sabemos.

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Lo que sí sabemos es que las periciales del CNI certificaron el espionaje de 4 teléfonos móviles pertenecientes a:

1. Pedro Sánchez (Presidencia)
2. Margarita Robles (Defensa)
3. Grande-Marlaska (Interior)
4. Luis Planas (Agricultura)

Esto es; se hackearon 12GB en total (más de 3Gb sólo a Sánchez) sin contar claves para nubes de información (chats, mensajes, emails, metadata general, historial de llamadas, etc)

La pregunta en todo caso es: ¿Se irá Pedro Sánchez, o es una estrategia para reforzarse en el poder?

Difícilmente se vaya tras 6 años controlando la Justicia, colocando a la Fiscal General, traficando maletines por Barajas, siendo incapaz de justificar 39 vuelos a República Dominicana en los últimos 3 años, o la orden directa de crédito a República Dominicana de 46 millones de euros para “sanear las zonas costeras del país”y “un proyecto de hermanamiento para transformar la Justicia” del país (meros proyectos de blanqueo)

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¿Por qué tal dinero, por cierto? Pues porque en República Dominicana no tienes que tributar por lo que generas fuera pero sí por lo que haces dentro.

Es decir: Todo aquél que recibe dinero del exterior no tiene que declararlo y por tanto lo disfruta ‘íntegro’ para lo que desee.

¿Por qué, además, buscan todos la nacionalidad dominicana? Porque en ese país los nacionales pueden abrir empresas en el extranjero sin comunicarlo a ese país, y eso les permite abrir cuentas y sociedades en paraísos fiscales sin problema legal alguno con el dinero en efectivo robado en terceros países como España.

El próximo lunes Pedro Sánchez nos dará a conocer si ya ha robado lo suficiente para marcharse a República Dominicana como el resto de exPresidentes y Ministros impunes de este país, o si todo ha sido un ‘punch’ mediático para revitalizar la victimización persecutoria que tan bien se le da al mismo Presidente que ataca a la mujer de Feijóo y novio de Ayuso.

Lo único claro es una cosa:

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Estos parásitos de la partitocracia lo han podrido ya todo, y el próximo 9 de Junio tenemos que aplastarles con las papeletas que logremos gracias al boca a boca masivo.

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