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Opinión

Díaz Ayuso hace faena ante Mar Espinar. Por Jesús Salamanca Alonso

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«Muy mordaz, la ínclita Isabel ha ridiculizado al peque de los Sánchez-Castejón, a la nueva portavoz en la Asamblea madrileña y a la oficina más buscada de toda Extremadura».

 

¡Menudo cachondeo se trae el personal con la Oficina de Artes Escénicas, que nunca supo el hermanísimo de Sánchez dónde estaba! No faltan memes al respecto. Hay sobre el asunto más chistes que sobre la tesis falsa del hermano listillo. Y entre los políticos abunda de todo: memes, chistes, mofa, cachondeo, pitorreo, compadreo y evaluación del degenerado enchufismo para un puesto que no le correspondía y para el que no ha dado la talla. Al menos ya ha caído un miembro de los Sánchez-Castejón y «por algo se empieza», como dice el líder de la derechita desnortada y perrito faldero del sanchismo dictatorial y autocrático.

Díaz Ayuso se preguntaba en la Asamblea si en otras comunidades había gente en la misma situación que el hermanísimo. Hacía tiempo que no se conocían chapuzas como la que tenían en la Diputación de Badajoz, quien también es protagonista de cientos de chistes, muletillas, ripios, mofas y memes. Tal es así que el pequeño de los Sánchez-Castejón no ha sido capaz de aguantar la presión mediática. Y dicha Diputación ha perdido la credibilidad que sí tienen otras. En los tiempos que corren, tener menos credibilidad que el fiscal general del Estado, el Tribunal Constitucional o el ministerio de Exteriores es como no tener nada y, si no, que se lo pregunten a «Napoleonchu» Albares, otro que tal baila y que adorna más chistes en la UE que Jaimito con la maestra en la escuela.

Muy mordaz, la ínclita Isabel ha ridiculizado al peque de los Sánchez –ese al que en Ferraz llaman «el hermano tonto del jefe» — a la nueva portavoz en la Asamblea madrileña y a la oficina más buscada de toda Extremadura. «Si los compañeros le invitan a una caña de despedida, tendrá oportunidad de conocerlos», así como aprender a ubicarse en la oficina a la que nunca asistió, ni supo dónde estaba físicamente. Es de suponer que la expresión «físicamente» sí que la conocerá ahora, ya que cuando el juez se lo preguntó, dio la impresión de que no distinguía la diferencia entre lo físico y lo etéreo o lo expreso y lo tácito. En fin, cosas de los Sánchez-Castejón, la nula credibilidad que arrastran y el esperpento que ya representan.

A ver si la imputación por varios delitos le hace poner los pies en el suelo y entender que lo que hacía era ser «okupa» de algo que no le correspondía y que se fraguó por favores, prebendas y barato politiqueo: un claro «do ut des» del que nunca se ha desembarazado el PSOE. Un nombramiento que le ha acarreado varias acusaciones que harán sonrojar a cualquier persona digna y honrada, trabajadora y sacrificada. Los Sánchez-Castejón debieron de pensar que el más tonto podía hacer pucheros y no es así, ya que los pucheros los hace el alfarero, la música el músico y la corrupción el corrupto con su equivalente en femenino, aunque sabido es que el plural masculino abarca a ambos sexos y tan sólo debe especificarse en casos muy concretos, si seguimos el sentido común, la norma y la lógica de la RAE y su DRAE.

La corrupción alumbra al corrupto como la verdad ensalza al honrado o la dignidad al digno. Del mismo modo podemos decir que la humildad es el camino de la formación rigurosa y del saber estar, además de ser un indudable camino hacia la excelencia. ¡Ay, los Sánchez-Castejón!  ¡Ay, qué ha sido de las falsas  cátedras y los inmisericordes mentirosos!  ¡Ay, lo que nos depararán 59 viajes en Falcon ocultados por oscuros intereses y personas!

La presidenta madrileña, más hábil y lista que un ratón en un armario, ha metido hoy el dedo en el ojo a la «niña de la rima». Y es que así llaman los socialistas madrileños a Mar Espinar, la nueva portavoz socialista en la Asamblea de Madrid hasta que aterrice el insultador profesional, demostrado gafe y efectivo fracasado, Óscar López. No confundir con Óscar Puente, alcalde de mi ciudad; mientras el primero no suele saber si mata, hiere o espanta, y no deja de insultar cual cabezota atorado, al menos el tal Puente, don Óscar (agitador de pesebreras en el Congreso de los Diputados y “diputeros”) algunas veces sí trabaja como demostró en el desastre de las líneas ferroviarias de Valencia, cosa que no hizo su jefe de filas huyendo cual rata espantada y aturdida.

No es que los Óscar se tengan mucha simpatía, pero ahí vamos, tal vez ahora sí la manifiesten de forma bidireccional, al menos mientras convenga para conservar el escaño, las prebendas, el sueldo y los coches oficiales. Créanme que si, en vez de Óscar López, hubieran asignado a Óscar Puente la resolución del tira y afloja de MUFACE, éste último no hubiera aguantado las brutales exigencias e impertinencias de algunas aseguradoras que solo demuestran olfato y calidad de compromiso cuando huele a dinero fresco y abundante. Me recordaban a independentistas, golpistas y nacionalistas, siempre insaciables y excesivamente interesados.

Si la «niña de la rima» aspira a dar lecciones en la Asamblea, le van a llover zascas hasta en el DNI. Y si tiene dos o más –como decía Sor Angélica del Bulo Fácil del juez Peinado—esos zascas se los repartirán los diputados gatitos por tantos como carnets tenga. Hay que reconocer que a esta granadina de cuarenta y tantos tacos le faltan unos hervores para debatir con la insigne Isabel. Hoy se las han dado de todos colores y para todos los gustos ya que ha empezado con muy mal pie en esa plaza, incluso Díaz Ayuso ha tenido el atrevimiento de darle un buen consejo: «Insúlteme todo lo que pueda, le irá muy bien en el sanchismo».

Y si ahora, la «niña de la rima» ya queda como Cagancho en Almagro, puedo prometer y prometo que, tan pronto como se incorpore Óscar López tras las próximas elecciones autonómicas, nos vamos a desternillar porque demostró en las Cortes de Castilla y León que era incapaz de entender las segundas intenciones y mucho menos desgranarlas, como tampoco entendía las indirectas ni el habitual recochineo y sentido figurado tan propio de Castilla.

«Si quiere usted hablar de Pedro Sánchez, de Venezuela, de la Confederación Liberal Intergaláctica, sólo recordarle que yo soy Mar Espinar y no Ana Rosa Quintana», con lo que el ridículo de la tal Espinar ha quedado patente, haciendo reír a Carlos III, el mejor alcalde de Madrid, al oso que posa en el madroño, a la diosa Cibeles y al propio Neptuno; es decir, la carcajada ha contagiado a toda la capital del reino de las Españas.

Veremos si Mar Espinar dura más que un caramelo a la puerta de un colegio, si se marchita en breve o si el tal Óscar López llega a ser miembro de la Asamblea madrileña. Parece no saber doña Mar Espinar que la lista de desechos de doña Isabel Díaz Ayuso es muy larga: Juan Lobato, Pablo Iglesias, Pablo Casado, Teodoro García Egea, «Gracita» Bolaños, la ignorada Mónica García, Íñigo Errejón, Carolina Alonso y Alejandra Jacinto (portavoces de ‘Hundidas’ Podemos), Isa Serra…

Mira, mira, Mar Espinar, vas pisando cadáveres abandonados por doña Isabel a su paso. Procura no formar parte del montón. Insulta, insulta, si quieres llegar lejos dentro del encasquillado sanchismo.

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Opinión

Reyes Maroto, concejala con ronzal y sin bozal. Por Jesús Salamanca Alonso

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«Tanto Ayuso como Almeida han saltado como resortes para denunciar la atrocidad de la exministra y actual concejala».

 

¡En buen lío se ha metido Reyes Maroto! A ver cómo sale de ese atolladero: llamar «asesinos» a los profesionales de las residencias de ancianos de Madrid, que no dejaron ni un momento de atender a los más necesitados por haber sido afectados por la COVID-19, es un desprecio a la profesión y a los profesionales. Ese desprecio lo ha extendido a la presidenta de la Comunidad de Madrid, a quien también calificó de «asesina». Se ha pasado tres pueblos la exministra de la nada y poco más. Ahora van a ser los tribunales quienes analicen, juzguen y sentencien lo dicho por la socialista. Maroto se ha pasado tres pueblos y ha dado muestras de su actitud de «bocachanclas». En su tierra castellana se suele decir que la mejor palabra es la que queda por decir, pero parece que ni eso ha aprendido, ni entendido.

Ya es esclava de sus palabras. Con lo bien que se está cuando se es dueño de los silencios. Pero con toda esa movida inútil, exagerada y despreciable nos ha ayudado a entender la dejadez de la que siempre se le ha acusado en su ministerio, no muy lejos de la dejadez y la desidia demostrada por Teresa Ribera. Razón tenía una de sus directoras generales: «No sabe si sube o baja, si va o viene. No suele dar un palo al agua por la mañana y lo pasa a limpio por tarde». A partir de ahora veremos cómo se gestiona la ruptura institucional prometida por el Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad. La exministra, y ataquinesa de procedencia, ha cavado su tumba política y ya abandera la inutilidad que le es propia. ¡Cuánta pollina anda suelta y sin ronzal, ni dogal, ni bozal!

Por lo menos esta señora no es como Begoña Gómez, por eso su atroz declaración –producto del odio acumulado y de la inquina del mandato presidencial—suena más alto y a destiempo. Es evidente que pasó por la Universidad de Valladolid para realizar CC. Económicas, pero la universidad y sus enseñanzas no pasaron por ella. ¡Qué manera de echar por tierra su dignidad, si alguna vez la tuvo! Bien es verdad que en Medina del Campo y alrededores «es un permanente hazmerreír por su demostrada torpeza», me comentaba ayer un coetáneo y coterráneo de la ataquinesa exministra, ahora concejala del Ayuntamiento madrileño.

Muchos no nos hemos olvidado de aquella estupidez que dijo Maroto con motivo del volcán de La Palma. En plena visita al volcán, estando en una posición muy alejada, declaró a los medios de comunicación que había que «verlo desde el lado positivo ya que atraería la visita de más turistas». Lo tienen en las hemerotecas y les garantizo que esa errónea metedura de pata, que luego quiso arreglar, sentó como un puntapié en los bajos de los afectados; máxime, cuando veían que pasaban los días y las ayudas se retrasaban o se veían obligados a gestionarlas a través de los sindicatos. ¿Han conocido mayor estupidez? ¡Los sindicatos sectarios y de clase gestionando ayudas oficiales! Mejor que se dediquen al consumo de la gamba, en vez de dedicarse a meter esa, que es a lo que están acostumbrados. Ésta es la fecha en que muchos de los afectados siguen sin recibir ayudas, como no las reciben muchos afectados por la DANA en Valencia o por el terremoto de Lorca. ¡Cosas y gestiones del socialismo salvaje y destructor!

Por otra parte, hay que constatar que Reyes Maroto, «portavoza» o simple vocera del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, exministra, ha tardado diez minutos en darse cuenta de lo que había dicho. La chulería le va a salir cara y la ciudadanía de Madrid no va a consentir que una persona comprometida del «partido más corrupto de la Unión Europea», en palabras de Georgia Meloni, llame «asesinos» a tanta gente a la vez. ¡Esas cosas se demuestran y, si no, se calla una o se mete la lengua en el orto! Todas las televisiones han sido testigos de su grave insulto a importantes colectivos y la imagen ha recorrido el mundo, justo coincidiendo con el quinto aniversario del «arresto domiciliario» al que nos castigó y obligó el mentiroso y mafioso presidente Sánchez, esposo de «Pelela» Gómez, miembro de la familia que gestiona un edificio de MUFACE arrendado por tres euros y medio (más corrupción, junto con la destapada por la UCO y que saltará esta semana sobre un ministro al que se le va la fuerza por la boca y fue desplazado de presidencia del Gobierno a Función Pública para preparar el camino y entorpecer la gestión de la ínclita Díaz Ayuso). 

Tanto Ayuso como Almeida han saltado como resortes para denunciar la atrocidad de la exministra y actual concejala. Además, un destacado usuario de redes sociales ha recordado, no sin mucha ironía, que «con esa afirmación está llamando asesinos a todos los enfermeros y médicos que trataron a esas personas, ya que Ayuso no puedo ir cama por cama, tuvo que tener cómplices». La presidenta de la comunidad de Madrid ha asegurado que irá ante los tribunales «para que Reyes Maroto se responsabilice y pague por sus vergonzosas afirmaciones». Pero no ha quedado en eso: se aprecia un sobredimensionado apoyo, y con razón, a Díaz Ayuso, incidiendo en que no recule y siga adelante con la querella que se ha comprometido a presentar mañana, lunes.

«Nos ha llamado asesinos a todos los profesionales que nos dejamos la piel trabajando durante la pandemia, cuidando al que lo necesitaba», dice un sanitario, que nunca olvidará en qué se convirtieron los hospitales públicos. «Todo mi apoyo a Isabel Díaz Ayuso, la única que trajo mascarillas homologadas y respiradores en perfecto estado y en muy poco tiempo, en tanto que el Gobierno de Sánchez no sabía hacia dónde mirar, ni que hacer, hasta que Felipe VI inició los contactos, además de Amancio Ortega», confiesa un médico de un hospital público madrileño, el mismo que denuncia la actitud cobarde y rastrera que tuvo con los profesionales médicos la actual ministra de Sanidad (Mónica García) durante el tiempo que duró la pandemia y que tanto criticó y entorpeció todo lo público, desde boicots en hospitales hasta el novísimo Hospital Zendal de Madrid.

Reyes Maroto ha hablado al dictado de su jefe, Pedro Sánchez. Está claro que no son ministros que trabajen por y para la ciudadanía, simplemente son «cabestros» dirigidos con el ronzal hasta donde deben volcar el odio acumulado, la venganza y la chulería de un paranoico, que cada día parece ser más maquiavélico y estar más enfermo.

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