En un nuevo episodio de disparates administrativos del gobierno del presidente español, Pedro Sánchez, el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), dependiente del ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, desvió un millón de euros asignados para la investigación de la lucha contra el cáncer este año a la compra de obras de arte. Con este monto, se alcanza un gasto de casi tres millones de euros bajo la misma modalidad desde 2018.
Documentos internos revelan que el organismo tomó recursos que estaban dirigidos al desarrollo de estudios para combatir esta enfermedad que este año ya registra 286.664 nuevos casos y los utilizó para financiar la instalación de un stand en la feria de arte contemporáneo de Madrid, así como viajes a Mozambique, Oslo, Chicago y Estados Unidos, e incluso para cubrir la manutención y alojamiento de empleados.
The Objective revela que el CNIO desembolsó para la compra de obras de arte 291.979,35 euros, mientras que la Oficina de Imagen Institucional gastó 585.106 euros desde que Sánchez entró a La Moncloa hace cinco años. En total, 877.085,35 euros. A la lista se añaden los pagos realizados a otros siete empleados del centro que ejercen supuestas labores de Comunicación, Filantropía y diseño de la imagen corporativa que rondan 1.898.249 de euros, con los cuales, la cifra trepa hasta los 2.775.334 de euros.
Burla a los estatutos
Destinar recursos de la lucha contra el cáncer a obras de arte es un agravio para los pacientes que enfrentan esta enfermedad. Este año, 42.721 personas fueron diagnosticadas con cáncer de colon y recto, más de 35.000 mujeres con cáncer de mama, 31.282 personas con cáncer de pulmón, 29.000 con cáncer de próstata y 21.694 con cáncer de vejiga urinaria. En este contexto, los linfomas no hodgkinianos suman 9.943 nuevos casos.
Sin embargo, el irrespeto más cuestionable del CNIO es el cometido contra sus propios estatutos institucionales que le impiden, pese a su perfil de fundación, apartarse de la promoción de avances científicos y sanitarios en el área oncológica.
De hecho, en sus cinco funciones principales se establece que sólo debe ejecutar proyectos de investigación oncológica y difundir sus resultados a través de los medios adecuados. También que debe colaborar en el diseño del marco de principios generales, así como también directrices para el fomento y la ordenación de las actividades relacionadas con la investigación para tratar el cáncer en España.
Por ningún lado aparecen las actividades artísticas. Al contrario, se establece que la institución debe promover seminarios, programas de formación de becarios, supervisión de tesis doctorales y otras iniciativas que contribuyan a la formación de los investigadores.
Absurdo mecanismo de recolección
El CNIO defiende sus absurdos gastos en obras de arte. El ente insiste que lucha contra el cáncer y los fondos utilizados no corresponden a los entregados por el Estado, sino a los recibidos por los donantes.
La credibilidad de esta versión se pone en duda al considerar los montos gestionados: 85.000 euros depositados en la cuenta de la Fundación Banco de Santander, 600.000 euros recibidos como donaciones por la plataforma Amigos del CNIO, 13.216 euros generados por la venta de fotograbados, y 100.000 euros aportados por un único donante, cuyo uso es asignado discrecionalmente por la directora a través de la misma plataforma.
En su último editorial, el diario ABC resalta que las denuncias del comité de empresa del organismo condenan «la existencia de actividades que no son acordes al fin fundacional de CNIO y que además no incrementan su imagen como centro de investigación del cáncer», tienen que ser atendidas por parte de la ministra Diana Morant, responsable de este centro.