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Opinión

Cierta izquierda ve peligrar el pesebre. Por Jesús Salamanca Alonso.

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«Ya tenemos dos mediocres comunicadores aventajados para agredir, pero saldrán más. Ello evidencia la desesperación e impotencia para defender al jefe que los paga, ordena y manipula»

Dudé entre escribir una carta abierta a Vito Quiles y a Bertrand Ndongo o exponer evidentes verdades sobre la izquierda, zurda o siniestra, como ustedes prefieran denominarla. Opté por mi opinión, sin más, que no tiene por qué ser la única, ni la mejor, ni siquiera la más certera. Juzguen ustedes.

Compruebo que la zurda está muy nerviosa porque ve cómo se le escapa la mamandurria y no encuentra fórmulas para debatir y rebatir la corrupción que acorrala al Gobierno del felón monclovita. Con las violentas reacciones de los últimos días, dos mediocres comunicadores del cavernario comunismo han mostrado su verdadera cara, su abultada hipocresía y la tremenda cantidad de falsedad que portan en sus mochilas. Pocas veces he visto en esta sociedad nuestra a tanto gaznápiro que lleva las alforjas en la misma posición que en la fábula de Esopo, pero actúa como si llevara un morral a lo pastor ovejero: decía Esopo que la bolsa de derechos va delante y los exigen, pero la de las obligaciones la llevan detrás y, como no la ven, no cumplen con ellas.

Si la semana pasada se llevó todas críticas la hermana de quien ordenó arrojar vagones de tren al Sil (abierta investigación al respecto), esta semana ha surgido un nuevo terrorista de libro y cargado de agresividad, desesperado y, presuntamente, no sé si ‘tildado’ de hierba o no sé qué sustancia producto de no sé qué situación. ¿Recuerdan la tendenciosa afirmación de Óscar Puente a Milei sobre presuntas sustancias y circunstancia? ¡Pues eso, caramba! Me recuerda el chiste del niño pucelano que, ante una pregunta de la profesora sobre la denominación de los animales según el tipo de alimentación, no dudó en afirmar que los mamíferos eran los que mamaban, los carnívoros los que comían carne y los que comen hierba se llaman «marihuanos». Al buen entendedor…

Ya tenemos un alumnado aventajado en dos personas, pero saldrán más. Habrá una tercera agresión. Ello evidencia una clara desesperación e impotencia para defender al jefe que los paga y los manipula, igual que hace con muchas «hojas parroquiales» de la siniestra intolerante. Estamos ante inmaduros pseudoperiodistas. Una vez más, la «progredumbre» nos deja ver su verdadera cara y es que no hay peor futuro que comprobar cómo se les acaba la alfalfa en el pesebre y el pienso en el dornajo. ¿Y qué ven que les queda? Tumbarse al sol u optar por revolcarse en el albañal de «Moncloaca» hasta que Pegasus, Mossad, Anonymous o el yerno de Donald Trump y Elon Musk (se niega a financiar el satélite español tras los insultos del vago y corrompido, Pedro Sánchez) pinchen el globo de la corrupción y el latrocinio junto con los informes de la UCO en República Dominicana.

Hace tiempo que gran parte de esa siniestra desnortada ve peligrar las subvenciones del número uno. No han aprovechado el tiempo de aprendizaje y ahora confunden lo que es tolerante con lo que es intransigente. ¡Vaya zurda más poco pulcra y aseada! A unas les da por lanzar micrófonos al suelo y sus correligionarios hacen memes sobre «concursos de lanzamiento de micrófonos», bien es cierto que otras lanzaban vagones al río Sil aduciendo que estaban vacíos y que, por tanto, no eran contaminantes, que es más grave e indecente todavía.

 A la estrella zurda de esta semana (un tal Maestre, pero no de una logia), le ha dado por agredir a un periodista serio y riguroso, precisamente el mismo con quien a Patxi López le tiemblan las canillas en las ruedas de prensa del Congreso de los Diputados y «diputeros» cuando le ve levantar la mano, de ahí que siempre salga corriendo e imitando la cobardía de Pedro Sánchez en Paiporta; es más, incluso agredió al cámara, que no podía defenderse al cargar con la máquina. 

No dejo de preguntarme de dónde salen estos energúmenos sectarios, cargados de odio, sedientos de venganza y racistas a más no poder, a la vez que malignos. Cualquiera diría que están ungidos por Satanás para acabar en la caldera de Pedro Botero. Parecen estar todos cortados con el mismo patrón de la intolerancia, el acentuado sectarismo y la habitual mamandurria. Contéstenme a una pregunta sencilla: ¿tan desesperada está esa tropa de pseudoperiodistas bufones?

Me duele escuchar a periodistas y falsos periodistas –como los agresores indicados– hablar de libertad de expresión. Deberían prohibirlos utilizar tal expresión porque no creen en ella, desconocen el significado y mucho menos la ponen en práctica. Su falsedad se ratifica en que defienden “su” libertad de expresión, pero no dejan expresarse a otros compañeros que no piensan como ellos. Ni siquiera consienten que otro colega les haga una pregunta, bien es verdad que el tal Antonio Maestre no es colega de Vito Quiles, ya que no es periodista, sino bibliotecario y documentalista, con todo mi respeto a esa profesión, pero no a ese agresivo e intransigente individuo con sesgo terrorista. Es el siempre despreciado pensamiento único, comunista, cavernario, sectario, intransigente, bufón e irrisorio.  

Han tragado tanto los agresivos bufones, que temen a los periodistas de verdad por la imparcialidad informativa que muestran. ¿Ven la diferencia entre el agresor de la izquierda recalcitrante por ser estómago agradecido y el periodista con información seria, veraz y rigurosa? Esto se nos va de madre. Empezaron ignorando a Vito Quiles en las ruedas de prensa y, al poco tiempo, tras comprobar que compañeros de profesión lo marginaban, los «señores feudales» de la miserable zurda comenzaron a dirigirse a él despectivamente, incluso ridiculizándolo. Pero esos mismos señoritos y falsas señorías parlamentarias demuestran que son «auténticos sectarios e imbéciles embajadores del esperpento».

Comprobamos que, desde hace días, las agresiones verbales y físicas son comportamientos habituales de estas gentes. Ven cómo se precipitan los acontecimientos y siempre amanece prevaleciendo la verdad. Patalean como burros viejos en un largo encierro, pierden la decencia que se le supone a una persona y se revuelven contra quien les canta las verdades del barquero, hasta reaccionan como animales ante la amenaza de muerte. Entre toda esa falsedad de personas abufonadas, siempre hay un Judas que actúa cual escorpión. No tardaremos en comprobarlo y conocerlas gatadas que les tienen preparadas a ambos personajes.

Finalmente constatar que no sé qué tiene el rojerío contra los micrófonos. A Ndongo lo llamaron «gorila» tras arrojar su micrófono con clara actitud de odio, desprecio y humillación para regocijo de las socialistas que asistían al acto del francomodín sanchista.

A Vito Quiles le agredió y amenazó el bibliotecario comunista, incluso agredió a puñetazos al portador de la cámara. Con agresores como esos, mejor que se vayan a «esconzuñar» antes de que los «hagamos los perrillos», acaben en búsqueda y captura o alguien los sobe el morro.

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Opinión

Reyes Maroto, concejala con ronzal y sin bozal. Por Jesús Salamanca Alonso

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«Tanto Ayuso como Almeida han saltado como resortes para denunciar la atrocidad de la exministra y actual concejala».

 

¡En buen lío se ha metido Reyes Maroto! A ver cómo sale de ese atolladero: llamar «asesinos» a los profesionales de las residencias de ancianos de Madrid, que no dejaron ni un momento de atender a los más necesitados por haber sido afectados por la COVID-19, es un desprecio a la profesión y a los profesionales. Ese desprecio lo ha extendido a la presidenta de la Comunidad de Madrid, a quien también calificó de «asesina». Se ha pasado tres pueblos la exministra de la nada y poco más. Ahora van a ser los tribunales quienes analicen, juzguen y sentencien lo dicho por la socialista. Maroto se ha pasado tres pueblos y ha dado muestras de su actitud de «bocachanclas». En su tierra castellana se suele decir que la mejor palabra es la que queda por decir, pero parece que ni eso ha aprendido, ni entendido.

Ya es esclava de sus palabras. Con lo bien que se está cuando se es dueño de los silencios. Pero con toda esa movida inútil, exagerada y despreciable nos ha ayudado a entender la dejadez de la que siempre se le ha acusado en su ministerio, no muy lejos de la dejadez y la desidia demostrada por Teresa Ribera. Razón tenía una de sus directoras generales: «No sabe si sube o baja, si va o viene. No suele dar un palo al agua por la mañana y lo pasa a limpio por tarde». A partir de ahora veremos cómo se gestiona la ruptura institucional prometida por el Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad. La exministra, y ataquinesa de procedencia, ha cavado su tumba política y ya abandera la inutilidad que le es propia. ¡Cuánta pollina anda suelta y sin ronzal, ni dogal, ni bozal!

Por lo menos esta señora no es como Begoña Gómez, por eso su atroz declaración –producto del odio acumulado y de la inquina del mandato presidencial—suena más alto y a destiempo. Es evidente que pasó por la Universidad de Valladolid para realizar CC. Económicas, pero la universidad y sus enseñanzas no pasaron por ella. ¡Qué manera de echar por tierra su dignidad, si alguna vez la tuvo! Bien es verdad que en Medina del Campo y alrededores «es un permanente hazmerreír por su demostrada torpeza», me comentaba ayer un coetáneo y coterráneo de la ataquinesa exministra, ahora concejala del Ayuntamiento madrileño.

Muchos no nos hemos olvidado de aquella estupidez que dijo Maroto con motivo del volcán de La Palma. En plena visita al volcán, estando en una posición muy alejada, declaró a los medios de comunicación que había que «verlo desde el lado positivo ya que atraería la visita de más turistas». Lo tienen en las hemerotecas y les garantizo que esa errónea metedura de pata, que luego quiso arreglar, sentó como un puntapié en los bajos de los afectados; máxime, cuando veían que pasaban los días y las ayudas se retrasaban o se veían obligados a gestionarlas a través de los sindicatos. ¿Han conocido mayor estupidez? ¡Los sindicatos sectarios y de clase gestionando ayudas oficiales! Mejor que se dediquen al consumo de la gamba, en vez de dedicarse a meter esa, que es a lo que están acostumbrados. Ésta es la fecha en que muchos de los afectados siguen sin recibir ayudas, como no las reciben muchos afectados por la DANA en Valencia o por el terremoto de Lorca. ¡Cosas y gestiones del socialismo salvaje y destructor!

Por otra parte, hay que constatar que Reyes Maroto, «portavoza» o simple vocera del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, exministra, ha tardado diez minutos en darse cuenta de lo que había dicho. La chulería le va a salir cara y la ciudadanía de Madrid no va a consentir que una persona comprometida del «partido más corrupto de la Unión Europea», en palabras de Georgia Meloni, llame «asesinos» a tanta gente a la vez. ¡Esas cosas se demuestran y, si no, se calla una o se mete la lengua en el orto! Todas las televisiones han sido testigos de su grave insulto a importantes colectivos y la imagen ha recorrido el mundo, justo coincidiendo con el quinto aniversario del «arresto domiciliario» al que nos castigó y obligó el mentiroso y mafioso presidente Sánchez, esposo de «Pelela» Gómez, miembro de la familia que gestiona un edificio de MUFACE arrendado por tres euros y medio (más corrupción, junto con la destapada por la UCO y que saltará esta semana sobre un ministro al que se le va la fuerza por la boca y fue desplazado de presidencia del Gobierno a Función Pública para preparar el camino y entorpecer la gestión de la ínclita Díaz Ayuso). 

Tanto Ayuso como Almeida han saltado como resortes para denunciar la atrocidad de la exministra y actual concejala. Además, un destacado usuario de redes sociales ha recordado, no sin mucha ironía, que «con esa afirmación está llamando asesinos a todos los enfermeros y médicos que trataron a esas personas, ya que Ayuso no puedo ir cama por cama, tuvo que tener cómplices». La presidenta de la comunidad de Madrid ha asegurado que irá ante los tribunales «para que Reyes Maroto se responsabilice y pague por sus vergonzosas afirmaciones». Pero no ha quedado en eso: se aprecia un sobredimensionado apoyo, y con razón, a Díaz Ayuso, incidiendo en que no recule y siga adelante con la querella que se ha comprometido a presentar mañana, lunes.

«Nos ha llamado asesinos a todos los profesionales que nos dejamos la piel trabajando durante la pandemia, cuidando al que lo necesitaba», dice un sanitario, que nunca olvidará en qué se convirtieron los hospitales públicos. «Todo mi apoyo a Isabel Díaz Ayuso, la única que trajo mascarillas homologadas y respiradores en perfecto estado y en muy poco tiempo, en tanto que el Gobierno de Sánchez no sabía hacia dónde mirar, ni que hacer, hasta que Felipe VI inició los contactos, además de Amancio Ortega», confiesa un médico de un hospital público madrileño, el mismo que denuncia la actitud cobarde y rastrera que tuvo con los profesionales médicos la actual ministra de Sanidad (Mónica García) durante el tiempo que duró la pandemia y que tanto criticó y entorpeció todo lo público, desde boicots en hospitales hasta el novísimo Hospital Zendal de Madrid.

Reyes Maroto ha hablado al dictado de su jefe, Pedro Sánchez. Está claro que no son ministros que trabajen por y para la ciudadanía, simplemente son «cabestros» dirigidos con el ronzal hasta donde deben volcar el odio acumulado, la venganza y la chulería de un paranoico, que cada día parece ser más maquiavélico y estar más enfermo.

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