Connect with us

Internacional

Breve historia de Antifa (I)

Published

on

¡Comparte esta publicación!

Por Soeren Kern.- El fiscal general de EEUU, William Barr, ha culpado a Antifa, movimiento «antifascista» militante, de la violencia que ha tenido lugar en las protestas registradas en todo el país por la muerte de George Floyd. «La violencia instigada y perpetrada por Antifa y grupos similares en los disturbios es terrorismo doméstico y será tratada como tal», afirmó.

Barr también dijo que el Gobierno federal tenía pruebas de que Antifa había «secuestrado» las protestas legítimas para «provocar el caos, disturbios violentos, incendios, el saqueo de comercios, el asalto de propiedades públicas, agentes del orden y gente inocente, incluso la muerte de un agente federal». Previamente, el presidente Trump había instruido al Departamento de Justicia para que designara a Antifa organización terrorista.

La intelligentsia y los medios simpatizantes han aducido que Antifa no puede ser considerada una organización terrorista porque, dicen, es un movimiento de protesta de definición difusa que carece de una estructura centralizada. Mark Bray, apologeta de Antifa y autor del libro Antifa: manual antifascista, asegura que «no es una organización global con una cadena de mando».

La evidencia empírica y anecdótica muestra que Antifa está, de hecho, altamente conectada y bien financiada, y que tiene una presencia global. Cuenta con una estructura organizativa horizontal, con decenas y posiblemente centenares de grupos locales. No sorprende que el Departamento de Justicia norteamericano esté investigando a individuos ligados a Antifa para desentrañar la amplitud de la organización.

En EEUU, la ideología, las tácticas y los objetivos de Antifa han sido tomados prácticamente en su totalidad de grupos Antifa europeos, donde los denominados ‘grupos antifascistas’ llevan activos, de una manera u otra y de forma prácticamente ininterrumpida, desde hace un siglo.

¿Qué es Antifa?

Antifa puede ser descrito como un movimiento insurgente transnacional que pretende, a menudo con extrema violencia, subvertir la democracia liberal a fin de reemplazar el capitalismo global con el comunismo. La proclamada meta de Antifa, tanto dentro como fuera de EEUU, es establecer un orden mundial comunista. En EEUU, su objetivo inmediato es acabar con la Administración Trump.

Entre los enemigos de Antifa se cuentan las fuerzas de seguridad, por proteger el orden establecido. Tanto en EEUU como en Europa, Antifa suele emplear una violencia extrema en la destrucción de propiedades públicas y privadas para provocar la reacción de la Policía y demostrar así que el Gobierno es «fascista».

Antifa afirma oponerse al fascismo, término peyorativo de amplio espectro que a menudo utiliza para desacreditar a quien tenga ideas políticas distintas. El significado tradicional de fascismo, tal y como lo define el diccionario Webster, es «sistema de gobierno totalitario comandado por un dictador que ensalza el nacionalismo agresivo, el militarismo y a menudo el racismo».

Antifa asume la definición marxista-leninista de fascismo, por la que este se equipara al capitalismo. «La lucha contra el fascismo sólo se podrá ganar cuando el sistema capitalista sea destruido y se alcance la sociedad sin clases», dice el grupo alemán Antifaschistischer Aufbau München.

La Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfV), servicio de inteligencia alemán, consignó lo siguiente en un informe especial sobre el extremismo de izquierdas:

La lucha de Antifa contra los extremistas de extrema derecha es una cortina de humo. Su auténtico objetivo sigue siendo el «Estado democrático-burgués», que, en la interpretación de los extremistas de izquierda, acepta y promueve el «fascismo» como una forma de gobierno posible y por eso no lo combate lo suficiente. A fin de cuentas, arguyen, el «fascismo» está enraizado en las estructuras políticas y sociales del «capitalismo». Por eso los extremistas de izquierda, en sus actividades «antifascistas», se centran sobre todo en la eliminación del «sistema capitalista».

En la imagen, un hombre de edad avanzada, tras ser brutalmente golpeado por miembros de Rose City Antifa el 29 de junio de 2019 en Portland, Oregón.

Matthew Knouff, autor de An Outsider’s Guide to Antifa: Volume II [Guía Antifa de un outsider, vol. II] explica la ideología Antifa de esta manera:

«La filosofía básica Antifa se centra en la batalla entre tres fuerzas básicas: el fascismo, el racismo y el capitalismo; las tres están interrelacionadas, según Antifa (…) el fascismo es considerado la manifestación o fase final del capitalismo, siendo el capitalismo un medio de opresión, y el racismo un mecanismo opresivo vinculado al fascismo».

En el ensayo «What Antifa and the Original Fascist Have in Common» [Qué tienen en común Antifa y los fascistas primigenios], Antony Mueller, profesor alemán de economía que actualmente imparte clases en Brasil, describe cómo el anticapitalismo militante enmascarado en antifascismo revela el propio fascismo de Antifa:

«Luego de que la izquierda se apropiara del concepto de liberalismo y lo convirtiera en lo contrario de lo que significaba originalmente, el movimiento Antifa emplea una terminología falsaria para ocultar su verdadera agenda. Al denominarse ‘antifascista’ y declarar al fascismo su enemigo, el propio Antifa es un movimiento fascista de primer orden».

Los miembros de Antifa no son oponentes del fascismo, sino sus genuinos representantes. El comunismo, el socialismo y el fascismo están unidos por el anticapitalismo y el antiliberalismo.

Antifa es un movimiento fascista. Su enemigo no es el fascismo sino la libertad, la paz y la prosperidad.

Orígenes ideológicos de Antifa



Los orígenes ideológicos de Antifa pueden rastrearse hasta la Unión Soviética, hace casi un siglo. En 1921 y 1922, la Internacional Comunista (Comintern) desarrolló el denominado frente táctico unido para «unificar las masas trabajadoras por medio de la organización y la agitación (…) a escala internacional y en cada país» contra el «capitalismo» y el «fascismo», dos términos que a menudo se utilizaban indistintamente.

El primer grupo antifascista del planeta, Arditi del Popolo (Escuadrones del Pueblo), fue fundado en Italia en junio de 1921 para resistir el auge del Partido Nacional Fascista de Benito Mussolini, que a su vez se creó para prevenir la posibilidad de una revolución bolchevique en la Península Itálica. Muchos de los 20.000 miembros de la formación, conformada por comunistas y anarquistas, se unieron posteriormente a las Brigadas Internacionales durante la guerra civil española (1936-39).

En Alemania, el Partido Comunista local creó el grupo paramilitar Roter Frontkämpferbund [Liga de Combatientes del Frente Rojo] en julio de 1924, que acabó siendo proscrita por su extrema violencia. Muchos de sus 130.000 integrantes prosiguieron sus actividades de manera clandestina o en organizaciones como Kampfbund gegen den Faschismus [En Lucha-Alianza contra el Fascismo].

En Eslovenia, el movimiento antifascista militante TIGR surgió en 1927 en oposición a la italianización de las zonas étnicas eslovenas tras el colapso del Imperio Austro-Húngaro. El TIGR, que se desarticuló en 1941, estaba especializado en asesinar a policías y militares italianos.

En España, el Partido Comunista creó las Milicias Antifascistas Obreras y Campesinas, que estuvieron activas en los años 30 del siglo XX.

El movimiento Antifa moderno toma su nombre de una organización denominada Antifaschistische Aktion, fundada en mayo de 1932 por los líderes estalinistas del Partido Comunista alemán. Se creó para combatir a los fascistas, término que éste utilizaba para calificar a los partidos procapitalistas del país. Su objetivo primordial era abolir el capitalismo, según una historia detallada de la organización, que tuvo más de 1.500 miembros fundadores y pasó a la clandestinidad en 1933, luego de que los nazis tomaran el poder.

El panfleto 80 Jahre Antifaschistische Aktion [80 años de acciones antifascistas] describe en detalle la continuidad histórica del movimiento Antifa desde sus orígenes ideológicos en la década de 1920 hasta el presente. En él se lee:

«El antifascismo siempre ha sido fundamentalmente una estrategia anticapitalista. Por eso el símbolo de la Antifaschistische Aktion nunca ha perdido su fuerza inspiratoria (…) El antifascismo es más una estrategia que una ideología».

En la posguerra, el movimiento Antifa alemán reapareció bajo varios avatares, como el movimiento contestatario radical estudiantil de la década de 1960, y hubo grupos insurgentes de izquierdas activos en los años 70, 80 y 90.

La Facción del Ejército Rojo [RAF, por sus siglas en alemán], también conocida como Banda Baader-Meinhof, fue una guerrilla urbana marxista que cometió asesinatos, atentados y secuestros con el objetivo de provocar una revolución en Alemania Occidental, a la que consideraba una secuela de la Alemania nazi. A lo largo de tres décadas, la RAF asesinó a más de 30 personas e hirió más de 200.

Tras el colapso del régimen comunista en Alemania Oriental en 1989-90, se descubrió que la RAF había recibido entrenamiento, refugio y suministros de la Stasi, la policía política de la propia RDA.

John Philip Jenkins, profesor de Historia en la Universidad de Baylor, ha descrito las tácticas de la RAF, que son similares a las que utiliza hoy Antifa:

«El objetivo de su campaña terrorista era provocar una respuesta agresiva del Gobierno, lo que pensaban desencadenaría un vasto movimiento revolucionario».

Ulrike Meinhof, fundador de la RAF, explicó cómo veía el extremismo violento de izquierdas a la Policía:

«El tipo que va en uniforme es un cerdo, no un ser humano. Eso quiere decir que no tenemos que hablar con él y que está mal hablar con esa gente. Y, por supuesto, puedes dispararles».

La periodista alemana Bettina Röhl, hija de Meinhof, sostiene que el movimiento Antifa es una continuación de la RAF. La principal diferencia es que, a diferencia de los de la RAF, los miembros de Antifa temen revelar sus identidades. En un ensayo publicado en junio en el diario suizo Neue Zürcher Zeitung, Röhl llamó asimismo la atención sobre el hecho de que Antifa no sólo es tolerado oficialmente, sino que el Gobierno alemán le paga para combatir a la extrema derecha:

«La RAF veneraba a las dictaduras comunistas de China, Corea del Norte, Vietnam del Norte, Cuba, que fueron transfigurados por la Nueva Izquierda como los países mejor situados en la ruta al mejor comunismo (…)

El florecimiento del radicalismo de extrema izquierda en Occidente, que golpea duramente en la inauguración de la sede del Banco Central Europeo en Fráncfort, en cada cumbre del G-20 y en cada Primero de Mayo en Berlín, ha conseguido el más alto nivel de reconocimiento por el Estado, en buena medida gracias al apoyo de numerosos diputados, periodistas y expertos prominentes.

Comparada con la RAF, la Antifa militante sólo carece de rostros relevantes. Por cobardía, sus miembros se tapan la cara y ocultan sus nombres. Antifa amenaza constantemente con la violencia y con atacar a políticos y oficiales de policía. Promueve ataques insensatos y onerosos contra la propiedad. Aun así, la diputada Renate Künast (Verdes) denunció recientemente en el Bundestag que los grupos Antifa no han sido adecuadamente financiados por el Estado en las últimas décadas. Künast quiere que «las ONG y los grupos Antifa no tengan que estar siempre luchando por conseguir dinero y lograr sólo contratos de corta duración de año en año». A esto aplaudieron sus correligionarios de Alianza 90/Los Verdes y diputados de izquierdas y del SPD.

Cabe preguntarse si Antifa es una suerte de RAF oficial, un grupo terrorista que recibe dinero del Estado a guisa de ‘combatir a la derecha’».

La BfV alemana explica la glorificación de la violencia por parte de Antifa:

«Los extremistas de izquierdas consideran que el capitalismo provoca guerras, racismo, desastres ecológicos, desigualdad social y gentrificación. Así pues, capitalismo no remite a un mero orden económico. En el discurso ultraizquierdista, determina el orden social y político, así como la idea de una reorganización social y política radical. La democracia parlamentaria, denominada «burguesa», debe ser superada [por la vía anarquista o por la comunista].

Por esta razón, los extremistas de izquierda suelen ignorar o legitimar las violaciones de los derechos humanos en dictaduras socialistas o comunistas, o en Estados que ellos consideran amenazados por Occidente. A día de hoy, tanto los comunistas ortodoxos como los activistas autónomos justifican, ensalzan y celebran a la organización terrorista de izquierdas Facción del Ejército Rojo o a terroristas de izquierda extranjeros como supuestos «movimientos de liberación» o incluso como ‘combatientes de la resistencia’».

En el Reino Unido, la Anti-Fascist Action (AFA), grupo militante antifascista fundado en 1985, alumbró el movimiento Antifa en EEUU. En Alemania, la Antifaschistische Aktion-Bundesweite Organisation (AABO) fue fundada en 1992 para combinar los esfuerzos de pequeños grupos antifascistas desperdigados por el país.

En Suecia, Antifascistisk Aktion (AFA), fundado en 1993, tiene un largo historial de violencia contra sus oponentes. En France, L’Action Antifasciste es conocida por su fiera oposición al Estado de Israel.

Tras la caída del Muro de Berlín en 1989 y el colapso del comunismo en 1990, el movimiento Antifa abrió un nuevo frente contra la globalización neoliberal.

Attac, fundada en Francia en 1989 para promover una tasa global a las transacciones financieras, ahora lidera el denominado movimiento alterglobalizador, que, como el Movimiento por la Justicia Global, se opone al capitalismo. En 1999 hizo acto de presencia en Seattle durante las violentas manifestaciones que llevaron al fracaso de las negociaciones de la OMC. Attac participó asimismo en manifestaciones anticapitalistas contra el G7, el G20, la OMC y la guerra de Irak. Hoy, la asociación está activa en 40 países, con un millar de grupos locales y cientos de organizaciones de apoyo. La estructura descentralizada y no jerárquica de Attac parece ser el modelo de referencia de Antifa.

En febrero de 2016, el Comité Internacional de la Cuarta Internacional dio cuenta de los fundamentos políticos del movimiento global contra la guerra, que, como Antifa, culpa al capitalismo y al globalismo neoliberal de la existencia de conflictos bélicos:

El nuevo movimiento contra la guerra debe ser anticapitalista y socialista, dado que no puede haber una lucha seria contra la guerra sin luchar para poner fin a la dictadura del capital financiero y del sistema económico que es la causa fundamental del capitalismo y la guerra.

En julio de 2017, más de 100.000 manifestantes antiglobalización y antifascistas se reunieron en Hamburgo para protestar por la cumbre del G20. Las turbas izquierdistas devastaron el centro de la ciudad alemana. Un grupo Antifa denominado Bienvenido al Infierno, G20 presumió de cómo había conseguido movilizar a grupos Antifa de todo el mundo:

Las movilizaciones del verano han sido preciosos momentos de encuentro y cooperación de grupos izquierdistas y anticapitalistas y de redes europeas y del resto del mundo. Hemos compartido experiencias y luchado juntos, asistido a encuentros internacionales, sido atacados por policías apoyados por el ejército, reorganizado nuestras fuerzas y contraatacado. El movimiento antiglobalización ha cambiado, pero nuestras redes permanecen. Estamos activos en nuestras regiones, ciudades, villas y bosques. Pero también luchamos transnacionalmente.

El servicio alemán de seguridad añadió en un informe anual:

«Las estructuras de la extrema izquierda trataron de volver en su favor el debate público sobre las protestas violentas por la cumbre del G20. Con la distribución de fotos e informes sobre supuestas actuaciones desproporcionadas de la Policía durante las protestas, promovieron la imagen de un Estado que condena las protestas legítimas y las reprime con violencia policial. Contra ese Estado, dicen, la «resistencia militante» no sólo es legítima sino necesaria».

La segunda parte de esta serie examinará las actividades de Antifa en Alemania y EEUU.

(Gatestone Institute)

Advertisement
Click para comentar

Escriba una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Internacional

Javier Milei, el político de derechas que avergüenza a Argentina con financiación ilícita y vínculos con el narcotráfico (VÍDEOS ABAJO)

Published

on

¡Comparte esta publicación!

El círculo más cercano a Javier Milei, demuestra con evidencia, la enorme red de corrupción que promueve, recibiendo financiación ilegal de cárteles del narcotráfico, así como otras contribuciones ilegales, a través de cuentas en el extranjero, incluyendo a compañías y cuentas bancarias de su propio padre en Estados Unidos; y recibiendo sobornos para inclusión en las listas de su partido.

Un artículo reciente de The Economist, describe a Milei como alguien que tiene “los aires de un académico excéntrico más que un aspirante a presidente”, y un artículo de Foreign Policy, lo describe como un “inadaptado social.” Además, The Guardian lo describe como alguien que quiere “eliminar los sistemas de educación y salud pública, disolver el Banco Central y, permitir a la gente vender sus órganos”.

Evidentemente, esto no son halagos, pero no están ni de cerca de lo engañoso que puede llegar a ser Javier Milei.

Diego Giacomini, coautor y coanfitrion de un programa de televisión, era aliado de Milei. Tuvo una relación de amistad y sociedad profesional con él, durante 15 años.

En los vídeos que aparecen abajo, Giacomini ha subrayado la corrupción y negociación tras bambalinas, y ha acusado a Milei, de estar apoyado por dinero que viene del narcotráfico mexicano. De hecho, la conexión con los cárteles mexicanos, es profunda, a ésto se deben las visitas de Milei a México en reiteradas ocasiones durante 2022.

7 reproducciones

Giacomini admite que Milei es apoyado con dinero cuyo origen es el tráfico de drogas en México.

 

6 reproducciones

Giacomini confiesa que Milei recibe fondos y apoyo de “dinero de cárteles mejicanos”, que también apoyaron a Bolsonaro en Brasil

 

La red de corrupción de Milei es extensa, y se involucra en turbios negocios para extender su influencia y solidificar su posición política.  Por ejemplo, obtuvo entre 50.000 y 70.000 dólares estadounidenses de cada candidato, que quisiese pertenecer a las listas de su partido – una clara violación de la ley argentina.

4 reproducciones

Milei recaudó entre USD 50.000 y USD 70.000 de cada candidato que quería estar en las listas de su partido

 

 

Giacomini describe que, amén del pago a Milei del dinero en efectivo en maletas, también recibe pagos a través de las cuentas y compañías de su padre en Estados Unidos.

3 reproducciones

Milei acepta dinero en efectivo a cambio de favores

 

 

1 reproducción

 Los pagos a Javier Milei pueden ser realizados a través de las cuentas en el extranjero de su padre.

1 reproducción

Milei dijo que el dinero recibido en las maletas lo había recibido de su padre.

Giacomini reafirma, que Milei ha aceptado y continúa aceptando, pagos en efectivo y por vía de cuentas extranjeras como medios para financiar su campaña política

3 reproducciones

Giacomini reafirma que Milei acepta pagos en efectivo y a través de cuentas en el extranjero para financiar su campaña.

 

 

Adicionalmente a las numerosas acusaciones contra Milei, Giacomini declara que Milei tiene prejuicios profundos y no es tan liberal como puede dar a entender. “Sé que es un racista,” afirma Giacomini.

2 reproducciones

Javier Milei es racista

De acuerdo al mismo Giacomini, apoyar a Milei conlleva el riesgo de que afloren los escándalos de sobornos, arriesgando la integridad de sus financiadores.

2 reproducciones

El apoyo a la campaña de Milei conlleva riesgos que aparezcan escándalos de sobornos

Cuando los argentinos vayan a votar el 22 de octubre, ¿van a apoyar a un hombre, que va a cambiar el país a mejor?  ¿O – con mucha mayor certeza – sus cambios radicales en las instituciones y economía argentina, van a llevar al país a una era de corrupción enorme y falta de legalidad?

Continuar leyendo

Internacional

Pinochet: El régimen militar que salvó a Chile del comunismo y del terrorismo de Salvador Allende

Published

on

¡Comparte esta publicación!
LAS BASES DEL PROGRESO DE CHILE SE ASENTARON DURANTE ESE PERÍODO

La incómoda verdad sobre Pinochet y el régimen militar que salvó a Chile del comunismo

 

En la primera entrega dedicada al 11 de septiembre chileno, se abordó cómo Salvador Allende llevó a Chile a la deriva. Su Gobierno fue declarado anticonstitucional y antidemocrático por la Corte Suprema y el Congreso, mientras los chilenos vieron cómo su sueldo se depreciaba por la inflación alcanzada. Asimismo, el desabastecimiento de alimentos y el racionamiento de ellos fue parte de la cotidianeidad. Para 1973 Chile estaba extremadamente polarizado por las narrativas marxistas-leninistas, por lo que la disyuntiva para ese entonces era dar cauce a la dictadura del proletariado o, en su defecto, a un régimen militar.

Finalmente, el 11 de septiembre de 1973 los militares se pronunciaron y derrocaron a Salvador Allende, acción que permitió a Chile liberarse del comunismo. Hay que tener en cuenta que los dilemas de aquel entonces se enmarcan en la Guerra Fría, donde la lucha ideológica se diseminó por todo el mundo.

No obstante, en el presente las izquierdas chilenas han tomado una cómoda posición de víctimas sin realizar mea culpas ni tomar responsabilidades de cómo su sector llevó al país al abismo. De hecho, el Gobierno de Gabriel Boric ha hecho de esta fecha todo un hito, que se traduce en más polarización en el presente.

El mandatario chileno ha invitado a todo el espectro político a firmar el Acuerdo para el «nunca más» este día lunes, sin embargo, las derechas han rechazado firmarlo porque sostienen que es un homenaje a Salvador Allende. Y tienen motivos para sospecharlo, ya que Boric realizará una conmemoración a la que invitó políticos y artistas abiertamente de izquierdas, como la presidente de las Abuelas de Plaza de Mayo, la argentina Estela Barnes de Carlotto; la secretaria general de la Internacional Socialista, Benedicta Lasi; Tom Morello, guitarrista de Rage Against the Machine y Audioslave, quien ha apoyado abiertamente al grupo terrorista Sendero Luminoso; y Mon Laferte, feminista cercana al Frente Amplio chileno.

De hecho, Chile Vamos firmó su propio compromiso con la democracia, la Constitución y las leyes, el respeto a la dignidad humana y sus libertades, entre otros puntos, e invitó al presidente Boric a firmarlo, mientras advirtieron del peligro de instalar una sola verdad desde el Ejecutivo.

Y dado que desde el Gobierno se impulsó una «Comisión Asesora contra la Desinformación» que busca determinar qué es «verdad» y qué es «fake news», y por otro lado, que el oficialismo, en especial desde el Partido Comunista, pidieron la renuncia de Patricio Fernández —quien fue nombrado por Boric para asesorar la conmemoración de los 50 años del 11 de septiembre chileno— solo por decir en una entrevista radial que «Los historiadores y los politólogos podrán discutir por qué y cómo se llegó a eso, pero lo que podríamos intentar acordar es que sucesos posteriores a ese golpe son inaceptables en cualquier pacto civilizatorio», conviene en esta segunda entrega hablar de la incómoda verdad para las izquierdas del Régimen Militar.

El Régimen Militar

Se ha caricaturizado al Régimen Militar liderado por Augusto Pinochet como un Gobierno que propició exclusivamente la violación de los derechos humanos, luego que instaló un neoliberalismo que profundizó las desigualdades de los chilenos, y que todos los malestares actuales se deben a este periodo. De hecho, las revueltas de octubre de 2019 sostuvieron esta hipótesis y han tratado de desplazar la Constitución de 1980 con los procesos constitucionales. Sin embargo, todas las críticas de las izquierdas en el presente son tendenciosas o fungen como discursos que desinforman a las nuevas generaciones.

En primer lugar, por honestidad intelectual y por el respeto a la historia, efectivamente hubo violación a los derechos humanos. Sin embargo, se han hecho grandes esfuerzos por todos los sectores políticos del país, incluyendo a las derechas, en poder aclarar estos hechos y alcanzar la reconciliación. Sin embargo, el Gobierno Militar está lejos de lo sanguinario que fueron los regímenes totalitaristas de Mao Tse-Tung (se le atribuyen 78 millones de asesinatos); de Josef Stalin (quien es responsable de 23 millones de muertes); y de Adolf Hitler (responsable de 17 millones de muertes). Es más, Augusto Pinochet ni siquiera aparece dentro de los diez primeros regímenes del mundo con más muertes.

Por otro lado, desde el mismo año 1973, el Régimen Militar entendía que se debía reconstruir una institucionalidad colapsada, por lo que se fijó una ruta para ello. Por este motivo, se convocó a abogados constitucionalistas para que presentaran a la Junta Militar un proyecto constitucional que permitiera a Chile subirse al camino del desarrollo.

La Comisión de Estudios de la Nueva Constitución Política de la República de Chile, mejor conocida como Comisión Ortuzar, estuvo encargada de esta labor. Sesionó entre el 24 de septiembre de 1973 y el 5 de octubre de 1978, es decir, trabajó durante cinco años un texto que, efectivamente, le permitió a Chile avanzar en el desarrollo.

En su primera sesión, se fijó que «El establecimiento de un precepto constitucional, similar al contemplado en la Carta de Alemania Federal, que declare contrarios a la Constitución a los Partidos o movimientos que sustenten Ideas o doctrinas marxistas«, la importancia de la segunda vuelta presidencial, el derecho a la propiedad privada como fuente de las libertades públicas, entre otros aspectos.

Finalmente, el texto constitucional presentado y promulgado en 1980 estableció que las personas son libres e iguales en dignidad y derechos; que se defiende la vida del que está por nacer hasta la muerte natural; la familia es el núcleo fundamental de la sociedad; y es el Estado el que está al servicio de la persona humana y no al revés. Asimismo, se estableció el derecho de propiedad y el principio de libertad personal y económica. De igual forma, se estableció la importancia de la subsidiariedad —concepto que no aparece explícitamente en el texto— la que dialogó con el plan económico conocido como «El Ladrillo», un aporte de chilenos que estudiaron en la Universidad de Chicago, conocidos como «Chicago Boys», que permitieron establecer las bases del progreso económico.

En consecuencia, se impulsó una política fiscal ordenada: el gasto fiscal como porcentaje del PIB pasó de 32,7% en el año 1985 a 22,4% en 1990; tras la crisis inflacionaria de 1982, se realizó una reforma tributaria en 1984 que puso el foco en incentivar el ahorro privado y la inversión, y se abrió la economía y el comercio. La inflación en 1973 bordeaba el 1000% anual, y al momento de que Augusto Pinochet entregó el poder tras el plebiscito de 1989  que preguntó a la ciudadanía si quería continuar en un gobierno militar o quería elecciones presidenciales, la inflación en era del 27% (correspondiente al año 1990). Igualmente, se estableció la autonomía del Banco Central.

Este panorama económico se tradujo en una mejor calidad de vida de los chilenos. En la década de los setenta, la tasa de mortalidad infantil en menores de 1 año era de 63,4%, y en los noventas bajó a 12,9%. Hoy está en torno al 6,5%. Asimismo, la desnutrición infantil para los setenta era del 19% en niños menores de seis años mientras que en la actualidad es del 2,6%.

El acceso al agua potable es una realidad para los chilenos, independiente de si viven en zonas urbanas o rurales. Se superó el analfabetismo, y hoy vemos que ingresar a la universidad es posible en todos los sectores socioeconómicos. Según la encuesta Casen, corregida a la metodología actual, en 1990 el 68,5% estaba en situación de pobreza, pero para el 2017 solo el 8,6% estaba en esa situación. No obstante, hubo un retroceso ya que para el 2020 aumentó al 10,8% debido a la crisis institucional y económica que el país ha enfrentado explícitamente desde las revueltas de octubre de 2019 y las restrictivas medidas que se impusieron en la pandemia.

Boric y el 11 de septiembre

En suma, todas las bases del progreso y el desarrollo de Chile se asentaron en el Régimen Militar, y esto se ha traducido en mejor calidad de vida, acceso a bienes y servicios, y altos índices de libertad. Y esta es la incómoda verdad que a la extrema izquierda no le conviene aceptar. Sin embargo, todo lo construido desde esta época se ha visto fuertemente amenazado por políticas estatistas, como la amenaza de las reformas tributaria y previsional que ha tratado de empujar el Gobierno de Boric. Asimismo, las izquierdas no han cesado de instalar discursos que dividen a los chilenos, homenajeando a Salvador Allende en la víspera del 11 de septiembre.

De hecho, el domingo 10 de septiembre, el presidente Gabriel Boric se unió a la marcha convocada por la extrema izquierda para conmemorar los cincuenta años del 11 de septiembre, marcha capturada por la violencia y el vandalismo. Sin embargo, inmediatamente los insurrectos lograron entrar al frontis del palacio presidencial, tras enfrentarse con bombas molotov a Carabineros, quebrando seis ventanales de La Moneda. Y en el Cementerio General vandalizaron y quemaron tumbas como la de Jaime Guzmán, uno de los redactores de la Constitución de 1980 y posteriormente senador, asesinado por el grupo terrorista Frente «Patriótico» Manuel Rodríguez en 1991.

Si bien, y lamentablemente, es usual que cada víspera del 11 de septiembre los vándalos de la extrema izquierda muestren su real cara a través de la violencia, por primera vez un presidente se ha sumado a una marcha exponiendo el palacio presidencial. El mismo presidente que insistió a las derechas firmar su Acuerdo en el que sostenía «más democracia», que en clave post-marxista implica radicalizar la democracia, es decir, subvertirla desde los marcos institucionales.

No obstante, los chilenos se han pronunciado categóricamente contra las ideas divisorias de la extrema izquierda. Así lo evidenció el rechazo a la propuesta de nueva Constitución el 4 de septiembre del 2022. Incluso, no comparten el diagnóstico de La Moneda sobre el 11 de septiembre. Según la encuesta de Pulso Ciudadanose impone la percepción en la ciudadanía de que Salvador Allende tiene más responsabilidad en «el Golpe de Estado» que Augusto Pinochet.

En definitiva, el 11 de septiembre continúa siendo un clivaje irreconciliable para los chilenos. Sin embargo, desde el oficialismo se han encargado de profundizarlo al tratar de hacer de esta fecha todo un hito de lucha, e instalar una verdad oficial sesgada. Esa apuesta no contribuye a la sana convivencia democrática, que finalmente nos aleja y divide en la diferencia.

Continuar leyendo

Internacional

España, desolada. Los muertos por el terremoto de Marruecos superan los 2.000

Published

on

¡Comparte esta publicación!

Al menos 2.012 personas han muerto y otras 2.059 han resultado heridas, de las cuales 1.404 se encuentran en estado crítico a causa del terremoto de magnitud 7 en la escala Richter registrado en la provincia de Al Hauz, según ha informado el Ministerio del Interior de país.

Hasta 1.220 víctimas han resultado heridas de gravedad, si bien todas ellas están siendo trasladadas a varios hospitales de la zona, tal y como han señalado las autoridades en un comunicado en el que han indicado que la mayoría de fallecidos se concentran en la provincia de Al Hauz, con 542 muertos, mientras que la segunda más afectada es Tarudant, con 321 fallecidos.

Por detrás se encuentran Chichaua, con 103 fallecidos; Uarzazate, con 38; Marrakech, con 13; Azilal, con 11; Agadir, con 5, y Casablanca, donde hay por el momento tres muertos a los que se suma un deceso registrado en Yusufiya. Los heridos han sido trasladados a los hospitales más cercanos para recibir la atención adecuada.

El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas marroquíes ha declarado la movilización total y servicios de Emergencias y Protección Civil siguen movilizando recursos para atender a los heridos y afectados y tratar de rescatar a las personas atrapadas bajo los escombros a medida que las autoridades analizan la gravedad de los daños.

El Ministerio de Infraestructuras y Agua ha comenzado a trabajar ya en la localización de las carreteras cortadas por los daños causados por el terremoto para su posterior reparación. El Ministerio ha movilizado a toda su plantilla y medios materiales para lograr reabrir al tráfico los puntos afectados.

Además, ya se ha solicitado a la población que acuda a los centros de donación de sangre para poder así atender a los heridos. El centro de transfusión del Hospital Mohamed VI de Buskura, Casablanca, ha abierto una unidad de donación de sangre que funciona desde las 10.00 horas de este sábado y que espera poder realizar la primera entrega a primera hora de la tarde.

El Centro Regional de Transfusión Sanguínea de Marrakech ha hecho un llamamiento a la donación de sangre a mujeres y hombres mayores de 18 años. Mientras, ONG y partidos políticos han lanzado campañas de fondos para ayudar a las víctimas en Rabat, Salé y Kenitra y la Asociación Nacional de Clínicas Privadas ha puesto todos sus medios a disposición de las autoridades para ayudar a las víctimas.

El Instituto Nacional de Geofísica de Marruecos (ING) ha informado de que el terremoto se detectó a las 23.11 minutos de la noche (0.11 horas en la España peninsular) con una magnitud de 7,2 en la escala de Richter. El fenómeno se registró a una profundidad de 10,7 kilómetros. El director del ING, Naser Yabur, ha descartado la posibilidad de que se produzcan seísmos secundarios durante las próximas horas.

Este terremoto es el más grave registrado en Marruecos por número de víctimas desde el que afectó a la región de Alhucemas el 24 de febrero de 2004. Entonces murieron 629 personas, 926 resultaron heridas y 12.539 quedaron sin hogar.

Continuar leyendo

Internacional

Nos mienten como a los burros analfabetos que somos. Todas las profecías climáticas fallidas: el Apocalipsis que nunca llega

Published

on

¡Comparte esta publicación!

El alarmismo climático se ha intensificado en los últimos años. Pero no es un fenómeno nuevo ni exento de errores.

Catástrofes naturales hay muchas. Incluso auténticos apocalipsis en los que desaparecen tres cuartas partes de las especies sobre la faz de la Tierra. No en vano, el planeta ha sufrido, al menos, cinco grandes extinciones a lo largo de su historia, como consecuencia de diversos fenómenos, incluyendo el impacto del asteroide que acabó con los dinosaurios.

Sin embargo, predicciones climáticas incumplidas, también. Y muchas, a la vista de las profecías que tanto abundan como consecuencia del calentamiento global. La mayoría de medios y políticos no dejan de repetir, una y otra vez, que el cambio climático causará grandes desastres de todo tipo, desde la elevación del nivel del mar y la desaparición de los casquetes polares, hasta pandemias y hambrunas, con la consiguiente extinción de animales y plantas.

La última tuvo lugar ayer mismo, después de que el planeta registrara este año el verano más caluroso de la historia, según el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), cuya base se remonta a 1940. A raíz de este dato, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha afirmado en un comunicado que “el colapso climático ha comenzado”.

Pero, ¿hasta qué punto aciertan dichos pronósticos? Al margen del rigor y exactitud que, finalmente, demuestren los actuales expertos del clima, lo cierto es que los fallos son algo bastante habitual en este particular campo de la ciencia. No es algo nuevo ni excepcional. A continuación, algunos ejemplos, que se suman a otros muchos

  • 1939: “Todos los glaciares del este de Groenlandia se están derritiendo rápidamente”
  • 1947: “Posibilidad de un aumento prodigioso en la superficie del océano con la consiguiente inundación generalizada”
  • 1952: “Los glaciares de Noruega y Alaska tienen sólo la mitad del tamaño que tenían hace 50 años”
  • 1967: “Ya es demasiado tarde para que el mundo evite un largo período de hambruna”
  • 1970: “Los científicos predicen una nueva edad de hielo para el siglo XXI”
  • 1971: “El mundo podría estar a tan sólo 50 ó 60 años de una nueva era de hielo desastrosa”
  • 1972: “Tenemos 10 años para detener la catástrofe”
  • 1974: “Los satélites espaciales muestran que se acerca rápidamente una nueva Edad de Hielo”
  • 1978: “Un equipo internacional de especialistas ha llegado a la conclusión, a partir de ocho índices climáticos, de que no se vislumbra un final para la tendencia al enfriamiento de los últimos 30 años, al menos en el hemisferio norte”
  • 2006: “A menos que se tomen medidas drásticas para reducir los gases de efecto invernadero en los próximos 10 años, el mundo llegará a un punto sin retorno”
  • 2007: “Si no se toman medidas antes de 2012, será demasiado tarde”
  • 2012: “Disfrute de la nieve ahora… para 2020, habrá desaparecido”
  • 2014: “¿El fin de la nieve?”
  • 2018: “La posibilidad de que quede hielo permanente en el Ártico después de 2022 es esencialmente nula”

Continuar leyendo
Advertisement

VIDENCIA