El Gobierno de Pedro Sánchez viola la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Constitución española, que consagran el derecho preferente de los padres a escoger el tipo de educación moral religiosa que habrá de darse a sus hijos…

Tal y como publicó ayer ABC, el Ministerio de Educación está elaborando un borrador con los currículos de Infantil, Primaria, ESO y Bachillerato que desarrollan la ‘ley Celaá‘. Para el caso de Primaria, se fomenta la motivación por las matemáticas «desde una perspectiva de género» y también se promueve el «descubrimiento personal de la sexualidad» y «juegos exploratorios estimulantes» para los niños de 0 a 6 años.

Un vistazo al borrador que el Gobierno ha enviado a las comunidades autónomas muestra que los anexos 2 y 3, detallan lo correspondiente al primer y segundo ciclo de Educación Infantil, entre los 0 a los 6 años. Se establece que «en esta etapa se inicia la construcción sexual y de género, sin distinción entre ambas». Es por esto que el Gobierno considera necesario que la educación se encargue de «favorecer el descubrimiento personal de la sexualidad y la construcción de género a través de valores de igualdad y modelos no estereotipados», añade OK Diario

Especifica que este aprendizaje se basa en «la experimentación y en el juego». Señala el texto que este debe ser «rico en estímulos, provocador, emocionante y respetuoso con los intereses, gustos y elecciones de los niños y las niñas». El entorno escolar, continúa el borrador, «debe proporcionar el contexto adecuado y el acompañamiento necesario, bajo una mirada atenta, paciente y respetuosa, para que los bebés puedan descubrir el placer que les proporciona la actividad por iniciativa propia», añade OK Diario. 

El afán por adoctrinar a los niños españoles por parte del Gobierno de Pedro Sánchez no respeta ni la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que consagra el derecho preferente de los padres a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos (artículo 26.3)

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Y tampoco respeta el artículo 27 de la Constitución Española, que protege el derecho fundamental a la educación y afirma la libertad de enseñanza; al mismo tiempo, garantiza el derecho de los padres a elegir la formación religiosa y moral que estimen más oportuna para sus hijos. Este precepto constitucional dice: “Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”. 

En un tuit, ayer, el líder de Vox, Santiago Abascal, daba voz a muchos padres españoles indignados: “¡Apartad vuestras manos de nuestros hijos, chusma totalitaria! Ni matemáticas con perspectiva de género, ni adoctrinamiento en amnesia histórica, ni talleres de sexualidad para preadolescentes, ni ataques a la familia, ni enseñanza en el odio a España”.