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¡AL FIN! Un Tribunal Superior de Justicia dice “NO” al adoctrinamiento “trans” en la educación pública. ¿El problema? ¡El “plan educativo” fue propuesto por la DERECHITA COBARDE!

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No se equivoquen, hablamos de adoctrinamiento lanzado por el PP, con Fernández Mañueco al frente del partido en Castilla y León, no del PSOE ni de Podemos…

La Junta de Castilla y León ha anunciado la retirada del protocolo de transexualidad que quería imponer en los colegios públicos. Según aciprensa, la aplicación de este protocolo de transexualidad impulsado por la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León no superó la primera fase experimental y el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León archivó la demanda el pasado 13 de julio debido a que la Junta retiró el protocolo de transexualidad después de la demanda contenciosa-administrativa de la Asociación Española de Abogados Cristianos (AEAC).

La AEAC asegura que “este protocolo [de transexualidad] fue implantado en los colegios sin previa publicación en boletines oficiales ni aviso a los padres”.

También destacaron que “el protocolo permitía a la Administración proceder en determinados supuestos a una limitación ilegal de la patria potestad de los padres, fomentaba los baños y vestuarios mixtos y aplicaba una formación temprana en sexualidad realizada por activistas con marcado tinte ideológico en detrimento de profesionales acreditados”.

Por cierto, la Junta de Castilla y León está presidida por el PP, con Alfonso Fernando Fernández Mañueco, quien ha protagonizado recientemente una polémica, junto a todo el grupo parlamentario popular, por aprobar una iniciativa del PSOE -el PP siempre hace lo mismo con el aborto: nunca toma la iniciativa pero sí las apoya- para garantizar los abortos en los hospitales públicos de la comunidad, como adelanta Religión en Libertad. Votaron a favor PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos.

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¿En qué consiste la iniciativa? En primer lugar, en actualizar los registros de objetores de conciencia donde los haya, y de crearlos donde aún no estén vigentes. En otras palabras: en señalar a los médicos de la sanidad pública que no quieran abortar, que son muchos.

Bueno, peor era lo de su correligionaria Cristina Cifuentes, en Madrid, quien imponía las enseñanzas LGTB también en los colegios privados.

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